Publicidad

Diplomacia populista con Israel que no traerá la paz


03 de mayo de 2024 - 09:00 a. m.
De poco sirve el rompimiento de relaciones con Israel para frenar el conflicto, pero sí saca a Colombia de cualquier posibilidad de diálogo.
De poco sirve el rompimiento de relaciones con Israel para frenar el conflicto, pero sí saca a Colombia de cualquier posibilidad de diálogo.
Foto: Archivo Particular

El anuncio del rompimiento de relaciones con Israel, en medio del discurso del 1.° de mayo, deja la sensación de que se trata más de un acto de populismo, de satisfacer a los seguidores del presidente de la República, que de estrategia internacional. Si el objetivo es presionar por el cese al fuego, se trata de una medida ineficaz que solo aísla a Colombia. Si la intención es tomar un liderazgo en América Latina sobre el tema, es poco apropiado hacer declaraciones unilaterales y esperar que el resto de Estados sigan el ejemplo. Al hacerlo, paradójicamente, el presidente Gustavo Petro repite el mismo error de Iván Duque al romper en su momento relaciones con Venezuela, y muestra desconocimiento y desprecio por las posibilidades diplomáticas. También deja de presente el doble rasero de este Gobierno: silencioso con ciertas dictaduras, ambivalente en cuanto a Hamás e impulsivo contra todo un pueblo.

Tenemos que ser claros: la respuesta del Gobierno israelí al ataque terrorista de octubre ha sido criminal. En ningún modo se puede entender como racional y ponderada una ofensiva que ha dejado más de 30.000 palestinos muertos. Benjamin Netanyahu y sus subalternos deben responder ante su pueblo y ante la humanidad entera. La Corte Penal Internacional (CPI) está llamada a intervenir, como se ha rumorado que lo hará. Sería un golpe de autoridad del régimen internacional de justicia el demostrar que su objetivo, el de evitar genocidios y crímenes atroces, implica la persecución hasta de sus miembros más poderosos. De eso no hay duda.

Ahora, una cosa es Benjamin Netanyahu y otra muy distinta el pueblo de Israel. Romper relaciones diplomáticas con un país es el mayor acto de protesta que existe porque implica tirar por la borda cualquier posibilidad de acercamiento. Había otras opciones, como mantener el retiro del embajador, organizar un bloque latinoamericano unido en la ONU y seguir elevando protestas y presionando junto con el resto de Occidente por un cese al fuego. Todas esas opciones se tiran por la borda con el actuar unilateral del presidente. No protege a los palestinos ni a los colombianos, pero apoya la estigmatización de los israelíes.

A riesgo de repetirnos, no es con discursos y gestos grandilocuentes como se construyen las relaciones internacionales. ¿Por qué el silencio de Colombia ante las decenas de miles de muertos que ha dejado la invasión no provocada de Rusia a Ucrania? ¿Por qué se coquetea con el régimen autoritario de Xi Jinping, a pesar del genocidio uigur y del amordazamiento de los ciudadanos prodemocracia en Hong Kong? ¿Por qué con el régimen perseguidor y ejecutor de opositores de Nicolás Maduro en Venezuela solo hay sonrisas? Y podríamos continuar. No se trata de entrar en el juego de equiparar tragedias, sino de cuestionar la falta de coherencia y sentido estratégico.

Si el objetivo final es la paz, Colombia demuestra que no tiene idea de cómo alcanzarla. Seguimos haciendo política para redes sociales, mientras perdemos campo de maniobra en el mundo diplomático. En últimas, al Gobierno actual de Israel poco le importa esta medida, mientras que los israelíes que viven en nuestro país comienzan a sufrir ataques antisemitas, que con esta decisión es probable que crezcan. No necesitamos populismo, sino que se detenga el genocidio.

¿Está en desacuerdo con este editorial? Envíe su antieditorial de 500 palabras a elespectadoropinion@gmail.com.

Nota del director. Necesitamos lectores como usted para seguir haciendo un periodismo independiente y de calidad. Considere adquirir una suscripción digital y apostémosle al poder de la palabra.

 

Julio(02963)06 de mayo de 2024 - 05:12 p. m.
Aunque dejaron claro en pocas palabras la atrocidad cometida por el gobierno de ISRAEL, los medios de comunicación de la derecha promueven con propaganda masiva el antisemitismo contra el pueblo de Israel , que no es lo que hace el Gobierno de Colombia, para atacar a Petro. mientras en la guerra de Ucrania muchos paises aportan a la guerra, en Palestina no dejan ni siquiera entrar medicamentos.
Pablo(15789)05 de mayo de 2024 - 03:03 p. m.
El descarado genocidio que comete Israel contra los Palestinos, no se puede comparar con la guerra Rusia_ Ucrania, ni con otras dictaduras del planeta. Petro lidera un grupo de países que consecuentemente van a seguir rompiendo relaciones con los criminales sionistas. A muchos les arde que Petro no solo tenga una enorme aceptación y apoyo dentro del país, sino que se este configurando un liderazgo internacional.
jorge(20292)05 de mayo de 2024 - 03:38 a. m.
Todo en el universo es dual, diplomáticamente no podemos quedar bien con todo el mundo, acaso solo los Judíos pueden ser los únicos en el mundo, aviones y Armas ya el planeta no debe comprar más, somos los más primitivos del universo, nos matamos por un pedazo de tierra, habiendo tanta, solo que es para unos pocos, pueden matar a todos los zancudos o moscos y pulgas pero siempre quedaran .
Sergio(nnfft)04 de mayo de 2024 - 04:39 p. m.
Nunca matar niños palestinos puede pasar por encima de cualquier postura. No sé puede ser cómplice de un exterminio de una población del mundo. Eso ha hecho Israel y es inaceptable. La vida es sagrada y mas si son niños que no deben ser involucrados en cualquier conflicto. En Ucrania hay enfrentamiento entre ejercitos (adultos que prestan su servicio al país).
Jose(78094)04 de mayo de 2024 - 01:25 p. m.
excelente columna petro populachero ahora se cree presidente y monarca del mundo nos va a llevar ala debacle y ruina buscandoperpetuarse en el gobierno fuera petro.
Ver más comentarios
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar