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'Quería hacer una película para mi hija'

La actriz llega sonriente, metida en un traje negro que deja perplejas a las mujeres en la sala, lo que lleva a una de ellas a hacer la primera pregunta de la sesión.

Alejandro Millán / Los Ángeles
02 de marzo de 2013 - 02:46 a. m.
Michelle Williams interpreta a una bruja bondadosa, Glinda, en la película ‘Oz’. / Cortesía Disney
Michelle Williams interpreta a una bruja bondadosa, Glinda, en la película ‘Oz’. / Cortesía Disney

“¿Quién te viste hoy?”.

Williams se acerca a su asistente y le pide que le mire la marquilla que tiene a su espalda. “J Brand”, le dice al oído.

“J Brand”, repite ella sonriendo. “Lo que ven es una versión de mí. Me gusta, pero es una versión”.

Se sienta. Sonríe nerviosamente. Estamos en la promoción de su nueva película, Oz, el Poderoso, una precuela de aquella histórica versión de 1939, con la que Disney intenta explicar la llegada del mago al mundo de Oz. Allí, Williams interpreta a la bondadosa bruja Glinda, que debe proteger a la comunidad de la amenaza de dos hermanas malvadas, Thedora y Evanora, quienes también están esperando la llegada del mago para reinar en este fantástico mundo.

Para ella, estar en esta película obedece a un motivo especial: actuar para su hija, Matilde, quien es hija también del fallecido actor Heath Ledger —el recordado Guasón de Batman: El caballero oscuro—. Aunque fue un trabajo duro de seis meses, el resultado lo disfrutarán juntas. Michelle Williams conversó con El Espectador en Los Ángeles.

¿Fue muy difícil hacer una película en la que había que volar, pelear, todas esas cosas que, digamos, no acostumbra hacer?

No, eso no fue lo difícil de hacer esta vez. Por lo general, cuando filmo la mayoría de las películas me toma como seis semanas, diez a lo sumo. Esta nos tomó seis meses, que me pareció mucho tiempo, como una maratón, donde lo más difícil fue mantener la resistencia para hacer el papel.

¿Cómo hizo para manejar sus otros asuntos, la familia, el tiempo libre, sus cosas personales?

No. No hubo tiempo para eso. Era trabajar, comer, dormir. Trabajar, comer, dormir. Ese fue el ritmo durante seis meses.

Suena bastante duro.

Es un poco brutal hacer una película como ésta. Lo bueno es que había un buen ambiente de trabajo. Además, Oz es un gran lugar para visitar.

¿Qué era lo brutal?

Las horas de trabajo. Eran como decenas de días eternos.

¿Cuánto se inspiró en la Glinda original para recrearla ahora?

Sam Raimi, el director, sintió que en la primera película Glinda no acompaña a Dorothy por el camino amarillo porque sabe que es perfecta, no tiene sentimientos humanos, no tiene miedos, pesares, o sea, era alguien intocable. Y lo que quería era mostrar cómo Glinda había luchado para conseguir esa paz interior, cómo manejaba su conflicto interior y exterior para poder llegar a ser quien era.

¿Tuvo que buscar una especie de lado oscuro del hada buena?

No precisamente. Lo que sí hice al construir el personaje fue buscar si podía tener alguna sombra, algún miedo, algo que la alejara de la versión del hada buena de El Mago de Oz. Creo que también teníamos claro que esta Glinda era una bruja en construcción, una bruja joven, distinta.

¿Qué quería al hacer esta película?

¿Qué quería? Creo que quería hacer una película que le gustara ver a mi hija.

¿Y cree que era necesario hacer una nueva versión de una película considerada uno de los clásicos del cine?

No lo sé. No hago películas, sólo soy una pequeña parte de un ensamble enorme. Creo que prefiero pensar en lo que debo decir o en lo que tengo que hacer o voy a hacer, que en los grandes negocios. No es mi tarea.

¿Le hubiera gustado ser la bruja mala?

No, para nada. Creo que parte de la elección era que quería hacer una película para que la viera mi hija y ella quería verme como la princesa buena.

Ella debe estar feliz de verla haciendo este papel.

Sí, lo está. Creo que está bastante animada con el hecho de que pueda hacer magia, y yo con el hecho de poderla compartir con ella, porque la mayoría de las películas en las que he trabajado no han sido precisamente para niños y ya tendrá la edad para ver mis películas más adelante, y veré su reacción, pero esta es para compartirla ahora que es una niña.

¿Cómo se siente con este cambio de los papeles que venía haciendo?

Creo que el trabajo fue más duro, pero también creo que eso hace parte de cualquier trabajo. Hay momentos en que te tienes que exigir más. Lo que a mí me gustó con esta película fue hacer un personaje que tuviera una visión tan positiva de las cosas, que fuera tan buena. Creo que eso cambió mis sensaciones a la hora de trabajar. Porque creo que eso es lo que uno quiere como persona, o sea, es muy distinto de estar divorciándome o deshidratándome en medio de un desierto, que son papeles que he realizado antes.

¿Cómo es trabajar con San Raimi?

Maravilloso. Desde hace rato quería trabajar con él, porque de verdad es una buena persona. En muchas escenas me di cuenta de que podía dar lo mejor porque me sentí segura, tranquila, confiada en lo que estaba haciendo. Es una persona que no cambió su estado de ánimo durante el rodaje. Tiene muchas de las virtudes que tiene Glinda, en especial, tratarte con respeto.

¿Le gustó trabajar en 3D?

Es la primera vez que lo hago y lo disfruté. Ahora que recuerdo, la única película en 3D que vi fue Capitán EO —con Michael Jackson— en Disneyland.

Por Alejandro Millán / Los Ángeles

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