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La noche negra de alias 'Cuchillo'

Detalles de la 'Operación Diamante' que terminó con la vida del peligroso narcotraficante, entre los departamentos de Meta y Guaviare.

Redacción Judicial
30 de diciembre de 2010 - 03:00 a. m.

Aunque la ‘Operación Diamante’ que terminó con la muerte del narcotraficante Pedro Oliveiro Guerrero, alias Cuchillo, comenzó hace más de tres meses, sólo en la última semana la Policía tuvo certeza del paradero exacto del fugitivo delincuente. Por los testimonios de informantes que colaboraron con su ubicación y quienes recibirán un millonaria recompensa, se tenía certeza de que había fijado su área de influencia entre los departamentos de Meta y Guaviare, muy cerca del municipio de Mapiripán. Una vez se supo que la finca La Chamuscada era el lugar donde había pernoctado para celebrar la fiesta de Navidad, junto con unas 33 personas (entre quienes había mujeres y niños), se fijó la hora cero de inicio de la acción de las autoridades.

Lo primero que se tuvo claro era que no podía haber un bombardeo, por la presencia de menores de edad, y se debía hacer una operación de asalto. Los helicópteros de la Policía partieron de bases de los dos departamentos mencionados hacia las 11 de la noche del 24 de diciembre pasado. Esa fue la hora establecida, teniendo en cuenta que tampoco era conveniente llegar a la medianoche porque la cantidad de personas que estaban con el delincuente, podría haber elevado el número de bajas. Paradójicamente ocurrió algo que facilitó el arribo de los uniformados: Cuchillo y sus hombres al celebrar la llegada de la Navidad hicieron detonar cientos de fuegos pirotécnicos y lanzaron al aire ráfagas de disparos que contribuyeron a disimular el ruido producido por los helicópteros.

Hacia la 1:30 de la mañana y con el apoyo de un avión Hércules de la Fuerza Aérea comenzó el desembarco de efectivos jungla, quienes fueron recibidos por ráfagas de ametralladoras M-60. Como consecuencia de los disparos fue herido de gravedad el subintendente Edwin García Numpaque, quien se desempeñaba como artillero de unos de los helicópteros de la Policía. También fue impactado el subintendente Javier Londoño Castro. Ambos murieron cuando iban a ser trasladados a centros asistenciales. En la respuesta de las autoridades perdió la vida Aranjara Amaya Pulido y fueron detenidos siete individuos, entre quienes está Hárold Humberto Rojas Piñeros, alias Loco Hárold, segundo al mando del denominado Ejército Revolucionario Popular Anti Comunista (Erpac), fundado por Cuchillo.

De acuerdo con fuentes de la Dijín, en el lugar había una casa rústica con tejas de cinc que había sido acondicionada recientemente para la llegada del jefe criminal. Asimismo, una camioneta Toyota blindada que se utilizaba para sus desplazamientos. “Pudimos establecer que el delincuente se embriagó tomando whisky Chivas 21 años. Él era el único que estaba ingiriendo de ese licor, mientras los demás bebían de menor denominación o aguardiente”, afirmó uno de los agentes que participó en el operativo.

Una vez se tuvo asegurada el área y dominados a los delincuentes y demás personas que estaban en la finca, comenzó una operación rastrillo para ubicar a Cuchillo. Fueron tres días de búsqueda, hasta que fue hallado su cuerpo, aunque la orden que tenían los uniformados era que debían estar en la zona hasta el próximo 3 de enero. Enredado en las raíces de uno de los frondosos árboles de la región y en un riachuelo de una profundidad cercana a los cuatro metros, apareció con signos de ahogamiento el cadáver del peligroso narcotraficante en la tarde del pasado martes. Al parecer el peso del armamento y los equipos de comunicaciones que portaba lo llevaron a que se hundiera sin remedio.

El delincuente también portaba cerca de 10 amuletos de protección que de nada le sirvieron el día del operativo. Y en el cinto de Pedro Oliveiro Guerrero fueron encontradas dos armas que tenían una fama siniestra: el cuchillo con el que había asesinado u ordenado asesinar a cerca de tres mil personas y una pistola enchapada en oro y diamantes que había sido obsequiada por carteles mexicanos al ex jefe paramilitar Héctor Buitrago, alias Martín Llanos. Cuchillo la exhibía como trofeo de guerra luego de que Llanos la dejara abandonada en un enfrentamiento entre ambas facciones delincuenciales. La portaba “como símbolo de haber derrotado a sus dos más poderosos enemigos. Había asesinado a Miguel Arroyave y había puesto en fuga a Martín Llanos”, afirmó el director de la Policía Nacional, general Óscar Naranjo. No obstante, no fue hallada la famosa tramontina brasileña con mango de marfil que cargaba habitualmente.    Enfatizó el alto oficial que a diferencia de otras operaciones en las que fueron muertos importantes jefes guerrilleros en los últimos meses, los informantes fueron más importantes que la inteligencia técnica.

Tras recuperar el cuerpo del delincuente se logró su plena identificación en la madrugada de este miércoles, según anunció en rueda de prensa el presidente de la República, Juan Manuel Santos. El jefe de Estado felicitó al general Naranjo y a los comandantes de la Dijín y Antinarcóticos de la Policía, generales Carlos Ramiro Mena y César Augusto Pinzón, por la exitosa operación que terminó con la vida de uno de los capos del narcotráfico más buscados en Colombia. “Cayó el asesino de asesinos”, dijo el mandatario de los colombianos en tono vehemente y advirtió que esa será la suerte de todas las organizaciones criminales que insistan en atacar la democracia y al pueblo colombianos.

“Se había vuelto una especie de leyenda: que era inalcanzable, que nadie lo podía coger. Pues bien, aquí se demostró una vez más que no hay nadie que se escape de la contundencia y la destreza de nuestras Fuerzas Armadas, en este caso de nuestra Policía”, aseguró Santos. En el mismo sentido se pronunció el ministro de la Defensa, Rodrigo Rivera Salazar, quien afirmó que las únicas opciones que les quedan a estos delincuentes son la muerte, la cárcel, la extradición o someterse a las autoridades. Y el mensaje fue para Daniel El Loco Barrera, quien con la muerte de Cuchillo quedó, junto a los hermanos Comba, como los últimos grandes capos del país.    

Por Redacción Judicial

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