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Una certeza para las Naciones Unidas, la organización internacional más grande que existe, es que el agua, la paz y la seguridad están intrínsecamente relacionadas. La estabilidad del mundo dependerá de ello en el futuro, cuando la demanda de agua dulce sea mayor por el crecimiento demográfico y los recursos no sean suficientes para cubrirla. Se estima que en 33 años al menos una de cada cuatro personas vivirá en un país en el que escasean las fuentes hídricas.
No en vano, “quien sea capaz de resolver los problemas del agua será merecedor de dos premios Nobel, uno por la paz y otro por la ciencia”, aseguraba John F. Kennedy, presidente de Estados Unidos a principios de los sesenta.
Saber gestionar los recursos que ofrecen los ríos, los lagos, los nevados, los acuíferos subterráneos y otras fuentes de agua es indispensable para que un país se desarrolle de manera sostenible. Un reto para Colombia, considerado el sexto país con mayor cantidad de recursos hídricos renovables en el mundo, según la Asociación Mundial para el Agua (GWP, por sus siglas en inglés), después de Brasil, Rusia, EE. UU., Canadá y China.
Aunque no todos los colombianos gozan por igual del recurso hídrico porque la mayoría de la población está concentrada en las cuencas del Magdalena-Cauca y Caribe, áreas donde sólo hay 21 % de la oferta superficial de acuerdo con el Estudio Nacional del Agua hecho por el Ideam en 2014.
Pero el agua superficial y disponible vive bajo condiciones críticas. Está presionada por el uso que se le da, está contaminada, es vulnerable ante sequías o inundaciones, afectada por el cambio climático y a veces ni siquiera llega en condiciones potables para el consumo humano.
Quienes conocen de primera mano esas amenazas son los vecinos del agua, desde que nace en las altas montañas hasta que se extiende por su cauce atravesando el territorio nacional.
Por eso, El Espectador, Isagén, WWF y People and Earth organizan desde hace seis años conversatorios sobre el agua en las regiones del país junto con instituciones del Gobierno, empresas y académicos. Luego, al cierre de cada año, convocan a un Encuentro por el Agua para traer a Bogotá las experiencias compartidas desde los departamentos.
De allí han salido aportes, consejos, vacíos y recomendaciones sobre la política del recurso hídrico nacional, cuyo horizonte son los próximos cinco años y sobre la que quedan acciones para implementar.
Ese documento, que habla de cómo los territorios deben manejar el agua, depende de las manos del Ministerio de Ambiente y, por consiguiente, del gobierno de turno.
Por esta razón, el Encuentro BIBO 2017 invitó a tres de los precandidatos a las presidenciales de 2018 a dialogar sobre sus visiones del recurso hídrico en el país. Sus respuestas podrían ser claves para imaginar el rumbo político del agua en el país y del resto de recursos naturales que abrazan al segundo territorio más biodiverso del mundo.
Jorge Enrique Robledo
Polo Democrático Alternativo
En tiempos de posconflicto, ¿cuál es la importancia del agua en la construcción de paz territorial?
Aunque estrictamente hablando el agua no está en los orígenes de las diferentes violencias que se han entrecruzado en Colombia, sí es cierto que los impactos negativos de los inviernos fuertes y de los veranos severos complican el correcto desenvolvimiento económico y social y, con ello, pueden generar o agravar conductas que no contribuyan con la paz territorial.
Juan Manuel Galán
¿Cuál es el mayor reto ambiental que tiene el país?
Prepararlo para el cambio climático, que será cada vez más fuerte e impredecible, y por el que Colombia será uno de los países más afectados, por estar en el trópico. El costo anual de este fenómeno asciende a 0,5 % del PIB y se traduce en mayor inflación, pérdida de cosechas para los campesinos, mayores costos de electricidad para los industriales, etc.
La solución radica en elaborar una mejor política de economía verde que fomente la conservación de nuestra biodiversidad y activos naturales, pero que genere desarrollo sostenible en los territorios. Hay que ver esto no sólo como un desafío, sino como una oportunidad en donde el país tiene una ventaja comparativa para explotar.
Mencione tres acciones para fortalecer la gobernanza por el agua a nivel nacional.
Reformar el sistema de las CAR, que son entidades en su mayoría clientelistas, y tecnificarlas para que ejerzan su función de conservar el medioambiente. Llevar acueducto y alcantarillado a las zonas rurales. Y tecnificar la forma como se expande el territorio y se diseñan los POT, privilegiando la conservación de las cuencas y afluentes.
Iván Duque Márquez
Centro Democrático
¿Cuál es el mayor reto ambiental que tiene el país?
La protección del agua, la conservación de los páramos, la reducción del impacto en el cambio climático, la calidad del aire y la gestión limpia de los suelos. Necesitamos un compromiso real con la mitigación del cambio climático, con mejor gestión de residuos y reducción de la huella de carbono con compromisos individuales, la promoción de transportes limpios y energías alternativas, y el aprovechamiento de los mercados de emisiones de carbono.
En tiempos de posconflicto, ¿cuál es la importancia del agua en la construcción de paz territorial?
Su manejo y protección deben tener el más alto protagonismo en la agenda ambiental de Colombia, porque de una agenda nacional de manejo de protección de agua dependen el desarrollo rural, la sostenibilidad de la producción agropecuaria y la mitigación de efectos de la industria y la minería, entre otros.