Los jóvenes entregaron 25 pistolas y otras armas a un coronel de la Policía Metropolitana y funcionarios del ayuntamiento, tras una misa celebrada en la Comuna Uno, una de las barriadas más afectadas por la violencia.
"Este es un gesto de paz que hacemos por el bien de Medellín y prometemos dejar la violencia y colaborar con el bienestar de nuestra ciudad", dijo Juan de Jesús, un joven de 18 años que entregó una de las pistolas a las autoridades.
"Estamos cansados de esta guerra sin sentido, pero también queremos trabajo y ayuda para estudiar", añadió.
La violencia callejera que afecta a Medellín (400 km al noroeste de Bogotá), atribuida por las autoridades a pandilleros, narcotraficantes, ex paramilitares y otros delincuentes, llevó al gobierno del presidente Juan Manuel Santos a anunciar un "plan integral' para frenar la racha de crímenes.
Ese plan incluiría acciones de la fuerza pública, endurecimiento de las leyes y acciones sociales, y extendería a otras ciudades, según fuentes oficiales.
La ceremonia de la Comuna Uno se llevó a cabo cuatro días después de que el cantautor colombiano Juanes apadrinara un concierto musical por la paz en la Comuna Trece, otra barriada de Medellín afectada por la violencia.
Juanes llamó a los habitantes de Medellín, segunda ciudad de Colombia, a "trabajar entre todos por la paz" y su acción alentó a los jóvenes que este sábado entregaron las armas, según confesó uno de los pandilleros.
Medellín fue sede hace dos décadas del cártel de la cocaína dirigido por el extinto Pablo Escobar.