En un encuentro con periodistas nacionales y extranjeros en Argel, Ouyahia indicó que este balance es todavía provisional y que el número definitivo de víctimas no se conocerá hasta el próximo 10 de octubre.
En cuanto a los daños materiales, el jefe del Gobierno dijo que las primeras estimaciones han evaluado las pérdidas en 25 mil millones de dinares (cerca de 250 millones de euros), de los que 20 mil millones corresponden a las infraestructuras públicas y 5.000 a bienes privados.
Señaló que 600 casas han quedado totalmente destruidas y otras 1.250 seriamente dañadas y que las autoridades han realojado provisionalmente a 756 familias.
Un total de 17 establecimientos escolares resultaron dañados por lo que las clases no podrán reanudarse al menos hasta el próximo sábado.
Ouyahia explicó que el suministro de electricidad y gas, que quedó cortado en toda la ciudad tras las inundaciones, ha sido prácticamente restablecido, así como un 80 por ciento de la red de telefonía fija y móvil.
El primer ministro visitó la zona al día siguiente de las intensas lluvias, junto a otros 14 ministros de su Gobierno, con el objetivo supervisar las operaciones de rescate y asistencia y confortar a la población afectada.
Las excepcionales lluvias del pasado miércoles en Ghardaia, a las puertas del desierto argelino donde casi nunca llueve, provocaron el desbordamiento de los seis ríos que confluyen en el valle del M'zab, que rodea la ciudad.
Muchos de sus cerca de 100 mil habitantes quedaron aislados y tuvieron que encaramarse a las terrazas y los tejados de sus viviendas para escapar de las aguas.
También en el centro medieval de Ghardaia decenas de casas de planta baja se inundaron y varias vías de comunicación de acceso a la ciudad quedaron inutilizadas.