El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, dijo que su gobierno nacionalizará tres cementeras, aunque la transferencia final de control puede esperar oficialmente hasta el 31 de diciembre. “Vamos a proceder a nacionalizar y recuperar las industrias del cemento para lanzar con fuerza el plan de viviendas y de construcciones y seguir desarrollando el país”, dijo el mandatario, desde el estado Guárico, en el centro de la nación.
Chávez anunció el 3 de abril la nacionalización de las empresas del cemento y en junio emitió el decreto presidencial que dispone transformar en empresas del estado las plantas de la mexicana Cemex, la suiza Holcim, y SACA, del grupo Lafarge de Francia.
Ese decreto-ley conformó una comisión técnica integrada por instituciones del Estado y de las empresas mencionadas, que durante 60 días “prorrogables de mutuo acuerdo” han negociado el monto de la indemnización. El plazo vencía el domingo en la noche. El mandatario venezolano no precisó el monto acordado ni los términos de la negociación.
En abril Chávez también anunció que nacionalizaba la Siderúrgica del Orinoco, SIDOR, hasta entonces en manos de la empresa argentina Ternium. El 12 de julio finalmente el gobierno tomó el control de ésta, la más importante empresa metalúrgica de Venezuela.
El año pasado, el gobierno venezolano dispuso la nacionalización de cuatro proyectos petroleros en la faja oriental del río Orinoco, en los que el Estado asumió una participación del 60%.