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Hijas de Obama ingresaron a un colegio de millonarios

Son cerca de 65 millones de pesos de matricula. “En cada clase tienes hijos de diplomáticos y de padres muy ricos", señala una ex alumna.

Con información de EFE
05 de enero de 2009 - 04:44 p. m.

El regreso a la escuela de los pequeños estadounidenses tras la breve pausa navideña habría pasado desapercibido de no ser porque las niñas más famosas del país, Malia y Sasha Obama, estrenaron este lunes un nuevo y exclusivo colegio.

Sidwell Friends, una institución privada regida por el ideal religioso de los cuáqueros según el cual Dios habita en cada persona y donde la matrícula anual ronda los 30.000 dólares, ha acogido en sus aulas a las hijas de Richard Nixon, la heredera de los Clinton (Bill y Hillary) y los retoños del ex vicepresidente Al Gore.

En su lista de alumnos ilustres figuran también la ex primera dama Nancy Reagan y Archibald Roosevelt, hijo del presidente Theodore Roosevelt (1901-1909). “En cada clase de Sidwell tienes hijos de diplomáticos y de padres muy ricos, aunque no se nota la diferencia”, dijo Delaney Kempner, una antigua alumna, a la cadena de televisión CBS.

Pese a que la pompa y el “glamour” forman parte del día a día de Sidwell, la llegada de las hijas del futuro presidente de EE.UU., Barack Obama, revolucionó los dos recintos del colegio -“campus” -, uno al noroeste de la capital y el otro en el estado de Maryland, donde estudian los más pequeños como Sasha.

“Creo que todo el mundo está entusiasmado con la llegada de las Obama”, aseguró Piera Kempner, hermana de Delaney y alumna de Sidwell, un centro al que se conoce informalmente como “el Harvard” de los colegios privados de la capital. El padre de otro alumno señaló en declaraciones que recoge la edición digital del diario británico Times que el interés de su hijo es “ver cuántos agentes secretos puede identificar. Hombres con cables en sus orejas. Eso le parece de lo más llamativo”.
 
Las futuras niñas presidenciales predicaron con el ejemplo al llegar media hora antes del comienzo de las clases
Malia apareció en la Avenida Wisconsin a las 7.30 (12.30 GMT) y su hermana Sasha llegó a Maryland a las 8.00 (13.00 GMT), también media hora antes de que se abrieran las aulas.

Su primer día de colegio fue, como era de esperar, todo menos ordinario pese al esfuerzo de sus padres por mantener cierto sentido de normalidad. Para empezar, Malia y Sasha, de 10 y siete años, amanecieron en un lujoso hotel de la capital, el Hay-Adams, hogar de los Obama hasta el 15 de enero cuando se trasladarán a la Casa Blair, residencia oficial de invitados antes de aterrizar en la Casa Blanca tras la ceremonia de investidura del próximo día 20.

Las fotos de familia del primer día de “cole” muestran a los Obama en su lujosa suite del Hay-Adams, situado a escasos metros de la Casa Blanca, con una enorme cortina cerrado de par en par de telón de fondo y las pequeñas de la familia equipadas con mochilas y anoraks y listas para su cita académica. La odisea no había hecho entonces más que empezar.

Mientras la mayoría de niños estadounidenses entraban en el autobús escolar o el automóvil familiar para que los transportara al colegio, Malia, Sasha y la futura primera dama Michelle Obama se adentraban en un todoterreno negro, con cristales blindados.

El despliegue, claro está, no quedó ahí. Al todoterreno en cuestión, lo seguían varios todoterrenos más, automóviles policiales y un vehículo de los servicios secretos, que transportaba a los fornidos agentes identificables por los audífonos blancos en sus orejas.

Debbi Wilgoren, una periodista del Washington Post, aseguraba hoy en uno de los blogs del diario que la más joven de las Obama, famosa por su espontaneidad y desparpajo, mostraba una mezcla de recelo y fascinación ante la nube de cámaras de televisión y fotógrafos que grabaron a la caravana que la trasladaba al colegio.

Y si el día de las futuras niñas presidenciales fue “movidito”, el de su padre no lo fue menos. Obama, que llegó a Washington “para quedarse”, se reunió con los líderes demócratas del Congreso y sus asesores económicos para ultimar los detalles de un “mega-plan” de estímulo con el que pretende resucitar la moribunda economía del país.

Por Con información de EFE

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