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Crisis económica en EE.UU. hará que mujeres trabajen más que los hombres

Según un informe de The New York Times, un 82 por ciento completo de la pérdida de empleo ha recaído en los hombres, representados considerablemente en industrias con dificultades financieras como la manufactura y la construcción.

Catherine Rampell / The New York Times News Service
12 de febrero de 2009 - 04:41 p. m.

Con la recesión a punto de convertirse en la más prolongada de la era de la posguerra, es posible que un hito esté en camino: las mujeres están en posición de superar a los hombres en las nóminas del país, para ser la mayoría por primera vez en la historia estadounidense. La razón tiene menos qué ver con la igualdad de género que en dónde está cayendo el hacha.

La proporción de mujeres que están trabajando ha cambiado muy poco desde el inicio de la recesión. Sin embargo, un 82 por ciento completo de la pérdida de empleo ha recaído en los hombres, representados considerablemente en industrias con dificultades financieras como la manufactura y la construcción. Las mujeres tienden a tener empleos en áreas como la educación y la atención de la salud, menos sensibles a las altas y bajas económicas, y en los que permiten tener más tiempo para el cuidado de los hijos y otras labores domésticas.

"Dado lo marcado y concentrado de la pérdida de empleos entre los hombres, y que las mujeres representaron una proporción alta de la fuerza laboral al comienzo de esta recesión, ahora ellas llevan la carga -- o la oportunidad, se podría decir -- de ser las que mantienen a la familia", dice Heather Boushey, prominente economista en el Centro para el Progreso Estadounidense.

Ya antes, los economistas habían pronosticado que un día las mujeres serían predominantes en la fuerza laboral, a medida que más se aventuraban a salir del hogar. Se desaceleró e incluso se hundió la cantidad de mujeres que ingresa a la fuerza laboral durante los años del auge a principios de esta década, no obstante, lo que generó un debate sobre si, en realidad, ellas querían de verdad ser proveedoras y cuidadoras.

El debate será dudoso de continuar los despidos predominantemente masculinos en la recesión actual, y el informe de Friday sobre los empleos para enero podría proporcionar mayor comprensión de la situación. Por tanto, una recesión profunda y prolongada podría cambiar no sólo los presupuestos y hábitos familiares, también podría hacerlo con los roles de género antiguos.

En las recesiones, un porcentaje de las familias mantenidas por las mujeres tiende a aumentar ligeramente, y se espera que esto suceda cuando se haga el recuento de los datos de este año. Hasta noviembre, las mujeres tenían 49.1 por ciento de los empleos en el país, según datos del indicador estadounidense "nonfarm payroll", recopilados por la Oficina de Estadísticas Laborales. De acuerdo con otras medidas, incluidos los jornaleros agrícolas y los autoempleados, las mujeres representaron 47.1 por ciento de la fuerza laboral.

Es posible que las mujeres tengan mayor seguridad en el trabajo, pero hay la tendencia a que se les dificulte más sostener a una familia. Entre otras cosas, trabajan menos horas en total que los hombres. Es mucho más probable que las mujeres tengan empleos de medio tiempo sin seguro médico o, para el caso, sin seguro de desempleo. Aun cuando trabajan en empleos de tiempo completo, las mujeres ganan sólo 80 centavos por cada dólar del ingreso de sus contrapartes masculinas, según datos gubernamentales.

"Muchos de los hombres que han perdido el trabajo en campos como las manufacturas estaban sindicalizados y tenían grandes planes de atención de la salud", dice Christine Owens, directora ejecutiva del Proyecto Jurídico para el Empleo Nacional. "Los empleos que tienen las mujeres -- y con los que sostienen a sus familias -- no necesariamente son tan buenos".

Por ejemplo, Nasreen Mohammed trabaja cinco días a la semana, 51 semanas al año, sin derecho a licencia por enfermedad ni prestaciones médicas.

Ella administra un pequeño negocio de atención infantil fuera de su casa en Milpitas, California, y hace poco amplió sus servicios para incluir atención después de la escuela. El negocio tiene ingresos de unos 30,000 dólares anuales, dice ella,


mucho menos de los 150,000 dólares que su esposo ganaba en un empleo de comercialización y ventas que perdió hace más de un año. "Es una miseria", dice.

Cambió de ser un ama de casa de tiempo completo a una empresaria de tiempo completo cuando despidieron anteriormente a su esposo. Dijo que inesperadamente descubrió que le encanta su trabajo, aun cuando es demandante.

No obstante, Javed, su esposo, dice que a él y sus tres hijos -- que están en tercer grado, preparatoria y la escuela de derecho -- les preocupa su salud, y esperan que las cosas "regresen a como eran antes".

"En términos de los beneficios financieros de su trabajo, todos salimos beneficiados", dijo él. "Pero en términos de tener la atención de mi esposa, desde la hija más pequeña hasta la mayor, no podemos esperar hasta el día en que mi empleo esté asegurado y ya no tenga que ir a la guardería".

Mujeres como Mohammed se encuentran a la cabeza de esferas otrora separadas: el trabajo y la casa. Mientras que parece que las mujeres son las únicas que sostienen a la familia en números crecientes, es probable que tengan la mayor responsabilidad en la casa.

En promedio, las mujeres con empleo dedican mucho más tiempo a la atención de los hijos y el trabajo doméstico que los hombres, de acuerdo con un análisis de datos recientes de la Investigación sobre el Uso del Tiempo en Estados Unidos del Departamento del Trabajo, realizado por los economistas Alan B. Krueger y Andreas Mueller.

Cuando las mujeres están desempleadas o buscan trabajo, el tiempo que pasan diariamente cuidando a los hijos casi se duplica. En contraste, los deberes de cuidar a los hijos de los hombres desempleados son prácticamente idénticos a los de sus contrapartes que trabajan, y en su lugar pasan más tiempo durmiendo, viendo la televisión y buscando empleo, junto con otras actividades domésticas.

Muchos hombres desempleados a los que se entrevistó dicen que han tratado de ayudar cocinando, yendo al veterinario y otras tareas, pero no han tenido tiempo de hacer más porque buscar de empleo consume sus días. "La principal prioridad es encontrar empleo e invertir tiempo en hacerlo", dice John Baruch, de Arlington Heights, Illinois, quien estima que pasa de 35 a 45 horas a la semana buscando trabajo desde que lo despidieron en enero de 2008.

Los Mohammed dicen que las cosas no son tan tensas para ellos como la vez anterior en la que él perdió el trabajo. El ha ayudado cocinando y haciendo el papeleo del negocio de su esposa, y ella dice que ella trabaja para levantar la moral de la familia. "No había felicidad en la casa cuando lo culpaba a él todo el tiempo, así que ya no lo hago", dice Nasreen Mohammed. "Sé que está haciendo todo lo que puede".

Por Catherine Rampell / The New York Times News Service

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