Construcción de proyectos de infraestructura y operación del transporte de energía; ahorro y contribución en la disminución del consumo de agua en las plantas de producción; bolsas elaboradas con plástico oxobiodegradable y la adecuación de tierras para el aprovechamiento de las aguas, asociadas a la producción de hidrocarburos en sistemas agropecuarios, son sólo algunos de los programas que están adelantando las empresas en Colombia y que han sido lideradas directamente por sus divisiones que trabajan a favor del medio ambiente.
Una estrategia con la que las distintas compañías que tienen presencia en el país están trabajando en beneficio de la protección de los recursos naturales y que nacieron en respuesta a las múltiples campañas que los grupos ecológicos han creado para recordarle a los seres humanos la importancia de trabajar por un mundo verde y ambientalmente sostenible.
“ISA destinó en 2008 más de $6.500 millones en programas de gestión ambiental en diferentes frentes de acción como son la educación ambiental, el reasentamiento de las familias y la reducción de emisiones atmosféricas, entre otras”, comenta la organización. Y agrega: “Durante 2008, ISA suscribió la Agenda Conjunta Ambiental Minminas y Minambiente y, junto con otras empresas del sector, coordinó el proceso de formulación de la Política de Desarrollo Minero Energético Sostenible y de Prevención y Atención de Desastres, la cual contempla las actividades del sector y el aprovechamiento de los recursos mineros y energéticos, buscando un beneficio razonable y equilibrado para las partes involucradas”.
Y desde la misma industria, “la estrategia de ISAGEN ha sido dejar sus predios en estado de conservación y regeneración natural que permitan los procesos de sucesión natural. Tiene convenios con entidades regionales para conservación de la biodiversidad. También se han establecido parcelas para estudiar la sucesión vegetal y diversidad biológica”, comenta Luis Fernando Rico, Gerente general de la compañía.
Colombina por su parte, lanzó el Bon Bon Bum Planet, primer bombón ecológico del mercado que contribuye al cuidado de la naturaleza porque su varilla y bolsa están elaboradas con plástico oxobiodegradable, material que después de su vida útil se descompone y se transforma en un polvo diminuto que se reintegra a la tierra sin causar daño alguno al medio ambiente.
Un trabajo que ha trascendido más allá de esos pequeños grupos de las compañías y en algunas empresas ya hace parte de la agenda de inversión general. La prueba de ello es la asociación que por ejemplo adelantó Ecopetrol con la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria, Corpoica.
Actualmente sus dos equipos trabajan en la creación de un distrito de adecuación de tierras, para el aprovechamiento de las aguas asociadas a la producción de hidrocarburos en sistemas agropecuarios, que beneficiará ambientalmente a la comunidad del departamento del Meta.
La implementación del sistema funcionará en el municipio de Acacías y tiene un valor cercano a los $7.400 millones, de los cuales $6.600 millones son aportados por Ecopetrol y el restante por Corpoica, que se encargará de ejecutar el proyecto. “De esta forma se unen esfuerzos y desarrollan mecanismos de cooperación, apoyo científico y técnico, para consolidar proyectos en beneficio de la comunidad”, apunta Arturo Vega, director ejecutivo de la Corporación.
O a nivel global por ejemplo, la multinacional de la tecnología Hewlett-Packard (HP) anunció este mes el lanzamiento de Power to Change, una campaña que busca que los usuarios de computadoras personales alrededor del mundo cambien sus hábitos y reconozcan que deben hacer algo por el medio ambiente. La campaña invita a los usuarios a descargar un nuevo widget de escritorio que registra el ahorro energético acumulado relacionado con los participantes que apagan las computadoras cuando no están en uso. De ahí que John Frey, ejecutivo de Sostenibilidad de la Región de las Américas de HP explique que “con Power to Change, las personas y organizaciones pueden hacer un pequeño compromiso ambiental que tenga el potencial de generar un mayor impacto en la responsabilidad de asumir los desafíos actuales de sostenibilidad”.
Una estrategia con la que HP estima que si 100.000 usuarios apagaran sus computadoras al final del día, el ahorro energético podría sumar más de 2.680 kilovatios/hora y la reducción de las emisiones de carbono podría sumar más de 3.500 libras diarias. Esto equivaldría a sacar de circulación más de 105 autos cada día.
Y en el caso de los palmicultores, las noticias no pueden ser más positivas, pues el Proyecto Sectorial Sombrilla MDL de Fedepalma para la captura de metano, desplazamiento de combustibles fósiles y cogeneración de energía renovable, fue aprobado por las Naciones Unidas el 25 de mayo de este año y se constituyó, en su primera fase, como el más grande del mundo, capaz de generar 757.067 CER anuales durante 21 años.
Resultados que se han logrado gracias a las compañas internas con las que no sólo empresarios sino empleados, están logrando poner en marcha y con la mano de obra de toda la cadena productiva, mostrar resultados efectivos a la hora de proteger y ahorrar los recursos naturales. Un paso que más que responsabilidad social empresarial, ya hace parte de las misiones de cada uno de los actores que en el país se han concientizado del valor del medio ambiente y de la apuesta por dejar espacios verdes que las futuras generaciones puedan disfrutar y con su ayuda, mantener de una forma sostenible y aplicada.