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El caudal electoral de los feligreses

Para nadie es un secreto que uno de los fortines electorales del presidente Álvaro Uribe Vélez son las iglesias cristianas.

El Espectador
24 de octubre de 2009 - 09:57 p. m.

Eso no quiere decir que el Jefe del Estado haya renegado de su condición católica. Por el contrario, no falta la ocasión en que hace exaltaciones de su fe en diversos templos católicos del país. Pero en un contexto de libertad de cultos como corresponde al colombiano, la expectativa de votos en las urnas lo ha llevado a frecuentar las congregaciones cristianas.

Todavía se recuerda la noche del 21 de enero de 2002, cuando unos 16.000 fieles de la Misión Carismática Internacional que lidera la ex senadora de Cambio Radical Claudia Rodríguez de Castellanos, en un acto de oración masiva, adhirieron a la primera campaña a la Presidencia de Álvaro Uribe Vélez. Se dice que este acto le significó cerca de un millón de votos. Una vez ganador, la senadora Claudia Rodríguez fue designada embajadora de Colombia en Brasil.

La Misión Carismática Internacional existe desde hace 23 años y se trata de una iglesia cristiana que aplica el denominado modelo G-12, que consiste en que cada miembro tiene doce discípulos y cada uno de ellos otros doce. Según sus propios líderes, hoy posee unas 25.000 células en todo el país, que se han multiplicado poderosamente. Ese crecimiento le permitió a Claudia Rodríguez y su esposo César Castellanos crear el Partido Nacional Cristiano.

El presidente Uribe siempre ha sido muy deferente con los esposos Castellanos Rodríguez. La prueba fue su presencia en febrero de 2008 en la 13 Convención Carismática Internacional, que se realizó en Bogotá. Aquella vez lo admitió coloquialmente: “El domingo por la noche, Jerónimo Alberto me dijo: papá, esta semana es la semana internacional de la Misión. De inmediato la doctora Alicia Arango separó en la agenda para este compromiso”.

Sin embargo, no es la única iglesia cristiana a la que el presidente Uribe apoya y se beneficia. El Centro Misionero Bethesda también está con el Jefe del Estado. Fundado hace 37 años en el barrio Las Cruces de Bogotá, con 140 templos en todo el país, nueve emisoras de radio y un canal por cable, hoy sigue liderado por el pastor Enrique Gómez, ex senador por el movimiento Colombia Viva y amigo personal del Presidente de la República.

Una prueba evidente del interés del Gobierno por fortalecer las iglesias cristianas y, de cierta forma, agradecerles sus votos, quedó plasmada en el documento Conpes 3605, suscrito el pasado 10 de septiembre, a través del cual se crearon requisitos al programa subsidiado de aporte a la pensión para los pastores de las iglesias cristianas. En el mismo documento quedaron incluidos los concejales de los municipios categorías 4, 5 y 6 y los maleteros del aeropuerto Eldorado.

El asunto, que ha sido motivo de controversia pública, dejó claro el interés del Ejecutivo por mejorar la condición pensional de los pastores, quienes hoy son determinantes en la política colombiana. La evidencia es que en la actualidad a los precursores de los partidos cristianos se han venido sumando nuevos nombres, al punto que el Senado de la República hoy cuenta con 10 miembros de iglesias cristianas, cada uno de ellos con un alto número de feligreses que, por razones de instrucción, son también fieles votantes.

Por El Espectador

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