La nublada licitación del tercer canal

A POCOS DÍAS DE QUE SE CUMPLIERA el plazo para la presentación de ofertas en la controvertida licitación para la adjudicación del tercer canal privado de televisión, dos de los tres aspirantes dejaron plasmado en sendos documentos lo que desde el comienzo se venía sugiriendo: que, como dijo Lasillavacia.com, estamos ante una “puja de uno”.

El Espectador
19 de diciembre de 2009 - 11:59 p. m.

Las quejas expuestas esta semana por los proponentes que consideran vulnerados sus derechos no son de poca monta. “La incertidumbre y la improvisación que han rodeado el proceso, sumadas a las continuas advertencias de los organismos de control, en las que se ponen de manifiesto las protuberantes falencias del mismo, se han convertido en factores que minan la confianza de los inversionistas en este proyecto”, dijo la sociedad Pacsa. “Lo mínimo que puede esperar un interesado en el proceso como respuesta de un gobierno que pregona la confianza inversionista es que existan unas reglas de juego claras, una transparencia y una información integral y suficiente para poder analizar todas las variables de un negocio tan importante y no estar sujeto a la falta de seguridad jurídica y depender del albur de una eventual capacidad de influencia post-contractual de parte de quien resulte adjudicatario”, agregó Inversiones Rendiles.

Como otras veces en el proceso, la Comisión Nacional de Televisión decidió aplazar la fecha límite por trece días hábiles —y ni tan hábiles, pues corresponden a los días muertos de fin de año— y apresurar unas respuestas a las advertencias, hasta entonces ignoradas, que han elevado la Procuraduría General de la Nación y la Contraloría General de la República. Ahora los proponentes deberán evaluar en tiempo récord si estas respuestas satisfacen sus hondas preocupaciones, tanto como para reintegrarse a la licitación y evitar lo que resultaría a todas luces impresentable, aunque esté contemplado: que solamente quede un proponente, precisamente aquel que se ha sugerido es el que prefiere el Gobierno, y justo ad portas de una elección.

Difícil, sin embargo, creer que estas respuestas y el aplazamiento durante las vacaciones devolverán la confianza. Tanto menos cuando a las peticiones de transparencia, garantías democráticas y el principio de igualdad, en lugar de asumirlas con la altura que tan trascendental licitación exige, se las ha tratado de desvirtuar con el peregrino argumento de que todo obedece a un interés en que no haya un tercer canal. Eso nadie lo ha pedido, salvo en un primer momento cuando no lucía sostenible en una economía en crisis. Insólito, en tal sentido, que la CNTV responda las quejas de Pacsa con un comunicado público en el que califica su determinación de no continuar en el proceso como motivada en “las situaciones complejas que ella vive”.

Al afán de la Ministra de las TIC por adjudicar a toda costa el canal antes de su retiro para no inhabilitar a su hermano, la CNTV debería responder con una seria reflexión sobre la responsabilidad histórica que pesa sobre sus hombros. Y actuar como le corresponde. Sería nefasto que siguiera en el camino de prestarse a hacer el papel de idiota útil. Una “puja de uno” sería escandalosa, y la CNTV aún podría evitarla. Si quisiera, por supuesto.

 

 Advertencia: Comunican S.A., empresa editora de El Espectador, hace parte del mismo grupo de medios del que hace parte el canal privado Caracol Televisión.

Por El Espectador

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