La Fuerzas Armadas británicas no están preparadas para una guerra del siglo XXI, según una fuente militar anónima del Ministerio de Defensa citada por el diario "The Daily Telegraph".
Una buena parte del equipo bélico de avanzada tecnología que tiene este país, tanto buques de guerra como cazas o carros de combate, no tendrán apenas "relevancia" para eventuales guerras futuras.
Según el militar, sería bueno organizar un debate sobre si el Ejército de Tierra podría llevar a cabo hoy en día con igual éxito una nueva campaña como la de comienzos de los años ochenta contra Argentina por las Malvinas.
El debate sobre la futura estructura de las Fuerzas Armadas del Reino Unido se ha intensificado últimamente y cada uno de los cuatro servicios trata de justificar su presupuesto en una época de crisis en la que el Estado debe apretarse también el cinturón.
Pero el Ejército de Tierra ha sido hasta ahora el más locuaz a la hora de exigir reformas ya que es el que ocupa siempre la línea del frente en todas las guerras y muchos entre sus miembros consideran injustificables los gastos en buques de guerra y aviación militar.
"Estamos organizados para el tipo de guerras menos probables y necesitamos estarlo para los más probables. Hay que centrarse en lo que tenemos que hacer diariamente y no en lo que nos vemos obligados a hacer una vez cada diez años", dijo el militar.
Gran Bretaña, que tiene un presupuesto de defensa de 37.000 millones de libras (casi 42.000 millones de euros), no puede ser "fuerte" en todos los frentes y tiene que invertir en lo "importante", agregó.
"Estamos invirtiendo demasiado en material adecuado para las guerras del siglo XX y no en lo que nos piden que hagamos diariamente", criticó el militar.
Si las Fuerzas Armadas se empeñan en estar equipadas para todo tipo de guerras, terminarán no pudiendo hacer nada bien.
Aludiendo a eventuales intervenciones futuras, tal vez en Oriente Medio o el Sur de Asia, la fuente explicó que en un mundo globalizado resulta cada vez más difícil "hacer la vista gorda ante los Estados fracasados".
En referencia a los viveros de terroristas como Yemen o Somalia, agregó que "si uno no trata de resolver un problema allí donde surge", lo más probable es que "el problema le persiga hasta su propia casa".