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Lina Marulanda, prematuro adiós

Este jueves, al final de la mañana, murió la reconocida periodista y modelo. Según el CTI, se habla de una decisión personal para acabar con su vida.

Redacción Gente
23 de abril de 2010 - 02:54 a. m.

La noticia retumbó en la radio. Se confirmó la muerte de la presentadora Lina Marulanda. Después, una gran confusión. La desaparición de una bella y joven mujer, reconocida y amada por el público, siempre resulta impactante, dolorosa. Pero la manera confusa como sucedieron los hechos, que anticipa la realidad de quien siente no haber podido más con la vida, quema.

La tristeza de las personas allegadas, que no pudieron contener su estupor en la radio; la continua llegada de amigos, fans y curiosos al edificio en el norte de Bogotá donde ocurrieron los hechos y el elocuente silencio de los más cercanos, hicieron parte de la triste despedida de Marulanda.

Hace dos días fue vista en público por última vez en un evento de campaña de Juan Manuel Santos en la Plaza del Chorro de Quevedo en Bogotá; quienes la vieron, reconocieron que lucía muy delgada. Desde hacía algún tiempo estaba alejada de las pantallas. El anuncio de su segunda boda el año pasado fue una ocasión para volver a verla en la sección de farándula del Canal Caracol, ya no como anfitriona sino como entrevistada. Además de presentar eventos como los Premios Cromos de la Moda, su compromiso con el trabajo se evidenció desde muy niña cuando a los 12 años empezó a modelar.

De este hecho da cuenta hoy Viena Ruiz, quien fue su mentora en el modelaje “Cuando Lina tenía 12 años, la vi caminando con su papá por Unicentro. Yo estaba montando mi agencia de modelos y me les acerqué para invitar a Lina a modelar. Su belleza era impactante, ya a sus 12 años tenía la altura que la hizo famosa en pasarela. Luego tuvimos una relación muy profesional”. Ruiz cuenta que la verdadera pasión de la presentadora era el periodismo y que esto la empujaba a dejar de lado las sección de farándula.

Las duras jornadas en las pasarelas luego, a los 21, se combinaron con la presentación en el noticiero CM&, en el que comenzó cubriendo Colombiamoda en 2002 para luego seguir con la sección de farándula; seis meses más tarde estaba presentando en el Canal Caracol, que sería su casa durante más de seis años. Esta paisa, que se acercaba a los 30 años, nunca dejó de trabajar, de soñar proyectos que no sólo fueran rentables, sino que le procuraran algo del sosiego que tanto anhelaba.

Lina Marulanda era conocida en el medio que la circundaba como una mujer de mucho carácter, fueron repetidas las confesiones que hizo la modelo sobre su mal temperamento y parecía que sus decisiones tenían un tono radical y eran alentadas por la convicción de que necesitaba equilibrar su vida. “No hace falta enumerar lo bueno de Lina Marulanda, pues son muchas y evidentes sus cualidades. Tampoco se trata de subrayar lo malo, aunque ella misma confiesa que básicamente tiene que ver con su temperamento fuerte. Lo nuevo es lo interesante ya que por estos días se estrena en diferentes retos, después de atravesar por una catarsis que la impulsó a darles punto final a etapas cruciales de su vida”, escribía la periodista y amiga de la modelo Carolina Abad en 2007, a propósito de su regreso al noticiero CM&.

En ese entonces acababa de terminar un matrimonio de tres años, por decisión propia. Sentía que las noticias de farándula no le acomodaban más a su horma y se arriesgó a trabajar en la W Radio en horas de la tarde, y a manejar la sección diseñada para ella, “Lo bueno, lo malo y lo nuevo”. Después de esto, Lina Marulanda se aventuró en el mundo de los negocios. Decidió emprender un nuevo camino donde tuviera tiempo para ella y sus seres queridos. Por eso, quien comenzó primero como imagen de la reconocida joyería Turmalina y Durando, terminó convirtiéndose en socia capitalista.

En noviembre del año pasado se casó por segunda vez, con el empresario Carlos Oñate, quien fue su novio cuando ella tenía 13 años y él 17. Gracias a una amiga se reencontraron y ella, que ya llevaba a cuestas los desgastes de un primer divorcio, estaba convencida de haber encontrado el amor. Después de su fracaso con el fotógrafo Diego Cadavid, rápidamente hizo planes con su nuevo novio, al punto de confesar que quería tener cuatro hijos con él: “Martín, Mateo, Maximiliano y María del Mar”, dijo en una entrevista. Sin embargo, las cosas no fueron como ambos esperaban y al poco tiempo decidieron separarse.

A las 11:35 de la mañana de ayer, el impacto de su cuerpo al caer del sexto piso de un edificio, puso final trágico a la vida de Lina Marulanda (29 años). En la radio, sus colegas de la W hablaban de que no estaba sola cuando los hechos sucedieron. Sus padres, su hermana y otros familiares estaban en su casa. Algunos amigos cercanos han hablado en las últimas horas de momentos difíciles, de vacíos. Su entrañable amiga, Alejandra Azcárate, contó que la última vez que conversaron la sintió muy triste, estaba opacada por dolores del alma, que sólo ella conocía y  que se llevaron su temple, su mirada de mujer batalladora y la sonrisa que en los últimos años acompañó las noticias amables.

 El director seccional del CTI, Alberto Acevedo, informó que a las 5 de la tarde terminó la inspección técnica del cadáver de la presentadora e indicó que, de acuerdo a las entrevistas hechas “se habla de una decisión personal de Lina Marulanda para acabar con su vida”.

Por Redacción Gente

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