Rasmussen señaló que tanto Dinamarca como el resto de países nórdicos apoyarán en “todo” lo que puedan a Islandia, si bien rehusó aclarar el carácter de la ayuda, su alcance o cuándo será aprobada.
El mandatario danés admitió además que él y sus colegas nórdicos habían mantenido varios contactos en las últimas semanas con el primer ministro islandés, Geir Haarde, a propósito de la situación en Islandia.
Los bancos centrales de Suecia, Noruega y Dinamarca ya aprobaron en mayo pasado un crédito extraordinario por valor de 1.500 millones de euros (2.300 millones de dólares) a su homólogo islandés para fortalecer su moneda y estabilizar su economía.
La Bolsa de Reikiavik reanudó las sesiones, después de tres jornadas seguidas de cierre por la crisis financiera, con malas perspectivas, su principal índice había bajado cerca de un 80 por ciento, una cifra récord.
Una delegación islandesa viajó a Moscú para negociar con las autoridades rusas la concesión de un crédito extraordinario, mientras Islandia mantiene también contactos con el Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre una posible ayuda para evitar el colapso económico.
El Gobierno de Reikiavik dictó a principios de la semana pasada un decreto urgente que permitió la nacionalización de los tres principales bancos del país.