Rihanna pasó la tarde con su exnovio, Chris Brown, tras encontrarse en el sur de Francia. El cantante, que tuvo que cumplir una condena de servicios a la comunidad por haber golpeado a la artista en 2009, viajó con su jet privado a Niza y posteriormente se trasladó a Saint-Tropez, donde se embarcó en una lujosa nave que alquiló para sus vacaciones.
Brown viajó a la Riviera francesa para ver a la intérprete tras conocer que se encontraba en un crucero con el rapero Drake, con quien Brown protagonizó una pelea en junio pasado en un bar de Nueva York.
"El yate de Chris está situado muy cerca del de Rihanna. Ha sido un viaje de última hora, pero Chris quería ver a Rihanna. Tienen una adicción extraña el uno por el otro y no pueden estar separados. Ella se alegró mucho cuando él llegó. Estuvo toda la tarde preparándose para él. Se encontraron por la noche para que nadie pudiera verles. Ella fue a su yate, que navegó hasta una bahía aislada. Han pasado por muchas cosas juntos, pero aún sienten algo fuerte el uno por el otro", declaró una fuente al periódico The Sun.
Chris Brown alquiló el noveno yate más grande del mundo, mientras que Rihanna pasa unos días de descanso en una embarcación más pequeña. Según se conoció la semana pasda, la cantante disfruta con sus amigas tomando 25 botellas de champán Armand de Brignac, 60 botellas de cerveza Peroni y Coronita, además de 10 botellas de tequila para ella y sus invitados.
No es la primera vez que Rihanna y Chris Brown comparten tiempo. Hace unos meses se supo que los cantantes estuvieron juntos en el local 40/40 de Nueva York, propiedad del rapero Jay-Z, adonde Brown acudió para ver un partido de baloncesto junto a Rihanna, el abuelo y los primos de ella. También grabaron una canción este año.