Luis Becerra sostiene el fósil de un coral solitario de cerca de 380 millones de años.
Foto: Sergio Silva Numa
Cuando al municipio de Floresta, en Boyacá, se acercan los primeros días de diciembre, sus habitantes, como los de todos los pueblos de Colombia, también ponen figuras de luces para alumbrar las pocas calles. Pero en sus casas coloniales y su parque central, limpio, cuidado y solitario, no suele haber muchas siluetas de renos ni de papás Noel. En vez de eso, en Floresta prefieren poner trilobites.