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Por primera vez en casi 30 años de negociacion con distintos gobiernos, una delegación de paz de la guerrilla del ELN estará en Colombia. Será el próximo jueves 3 de agosto en el acto de instalación del Comité Nacional de Participación, día en el que además inicia formalmente el cese al fuego bilateral entre el Gobierno y esa guerrilla.
Si todo sale según lo planeado, la comandancia de este grupo se encontrará con el presidente Gustavo Petro en Corferias, lugar previsto para el evento.
Aún no está claro cuántos ni cuáles de los delegados de la guerrilla vendrán a Colombia. En este momento se siguen afinando detalles para garantizar su seguridad física y jurídica. Según conoció Colombia+20, en la última semana cientos de personas han recibido la invitación formal -firmada por los jefes de ambas delegaciones, Otty Patiño y Pablo Beltrán- para participar del evento, que promete ser multitudinario y se realizará a las 10 de la mañana.
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Se espera que más de mil personas lleguen al centro de eventos, la mayoría provenientes de departamentos apartados donde el grupo guerrillero hace presencia, como Arauca, Norte de Santander, Chocó, entre otros.
Este diario conoció que incluso se están adelantando los trámites para que Antonio García, máximo comandante de ELN, haga presencia en el acto.
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Ese mismo día (aunque no necesariamente en el evento) se instalará el Mecanismo de Monitoreo y Verificación (MMV) del cese al fuego, que propenderá por el cumplimiento del acuerdo y vigilará las faltas de las partes del acuerdo, que inicialmente tendrá duración de 180 días.
La delegación de paz del ELN está compuesta por Pablo Beltrán, Aureliano Carbonell, Gustavo Martínez, Consuelo Tapias, Silvana Guerrero, Bernardo Téllez, entre otros guerrilleros que ha negociado con el Gobierno en los tres ciclos de diálogos que comenzaron en noviembre del 2022.
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Vale la pena recordar que varios de los mandos guerrilleros salieron de Colombia en febrero de 2017, cuando se instaló en Quito, Ecuador, la mesa de negociación con el gobierno del expresidente Juan Manuel Santos. Luego de que el entonces mandatario ecuatoriano Lenín Moreno anunció que su país dejaría de ser sede de los diálogos, en abril de 2018, la delegación del ELN se trasladó a Cuba, donde permaneció hasta hace pocos meses, cuando se reanudaron las conversaciones de paz con el gobierno Petro, que han tenido como sede a Venezuela, México y Cuba.
La comandancia del ELN le pondrá la cara a quienes siguen resistiendo a la guerra
El 3 de agosto se convertirá en una fecha clave para el proceso de paz que se adelanta entre el Gobierno y el ELN. Aunque el 6 de julio empezó la fase de alistamiento para el cese al fuego bilateral -e incluso ya se dio la orden de suspender las operaciones ofensivas de las Fuerzas Militares-, el arranque oficial de este acuerdo satisface uno de los principales reclamos de las comunidades que habitan las regiones donde opera esta guerrilla, que esperan una mejora sustancial en la situación humanitaria y la crisis de violencia a la que se enfrentan.
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Uno de los efectos relevantes del acto del próximo jueves es que varios líderes de esas comunidades llegarán hasta Bogotá para plantarle a la comandancia del ELN sus inquietudes y reparos sobre lo que se vive en sus territorios.
Los jefes guerrilleros llevan años sin tener contacto con sus tropas en terreno, y tendrán que hacerle frente a esos reclamos de la ciudadanía, que se han intensificado desde que empezó la negociación de paz.
La instalación del Comité Nacional de Participación representa uno de los mayores avances en la negociación. Se trata de un mecanismo de involucramiento de las comunidades en la agenda de cambios que ha sido una insistencia del ELN en sus múltiples intentos de diálogo con los anteriores cinco gobiernos.
El comité estará conformado por 80 personas que representan a 30 organizaciones de la sociedad civil de diversos sectores, y será el encargado de proponer a la mesa una agenda de transformaciones.
La primera sesión del Comité Nacional de Participación se llevará a cabo un día antes, el 2 de agosto. Aún no se conoce el lugar de esa reunión, pero las personas designadas ya recibieron la invitación.
Una vez se ponga en marcha el trabajo del comité, sus labores se harán en varias fases. En la primera se diseñará la forma de participación, se definirán los criterios y alcances de la misma, así como la metodología y los escenarios del que han definido como “un proceso nacional deliberante y propositivo”. Esta fase debe durar entre cuatro y seis meses y al final de la misma se debe realizar un encuentro nacional para presentar los resultados.
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En la carta de invitación al evento de instalación, los jefes de las delegaciones aseguran que la asistencia “es fundamental para demostrar el respaldo ciudadano al proceso de diálogo, la voluntad compartida de acordar transformaciones para la paz y la disposición de contribuir activamente en la construcción de un modelo de participación que permita que todos los sectores sociales, sin exclusiones, puedan definir un Acuerdo Nacional que permita empujar los cambios que requiere la sociedad colombiana”.
Se espera que luego del acto del jueves los miembros de la delegación de la guerrilla permanezcan algunos días en Colombia. Sin embargo, tendrán que salir del país alrededor del 12 de agosto, pues dos días después comienza el cuarto ciclo de diálogos de paz, que se llevará a cabo en Venezuela.