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“El periodismo no es el enemigo”: Jonathan Bock, director de la Flip

En el Día Mundial de la Libertad de Prensa, el director de la Fundación para la Libertad de Prensa habla de las presiones que se ejercen contra los comunicadores, las condiciones que se esperan para elecciones y las conclusiones de la encuesta de las condiciones de los periodistas en el país.

03 de mayo de 2023 - 04:39 p. m.
Director de la FLIP
Director de la FLIP
Foto: El Espectador - Gustavo Torrijos Zuluaga

La estigmatización a periodistas por parte de funcionarios públicos y el silencio estratégico en regiones afectadas por la presencia de actores armados ilegales son algunas de las preocupaciones de la Fundación para la Libertad de Prensa (Flip), que pueden afectar el ejercicio del periodismo en el país.

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Al respecto, Jonathan Bock, director de la organización, habla de las consecuencias de este tipo de acciones, en especial, en el segundo semestre del año que habrá elecciones. Además, se refiere a las conclusiones de la encuesta nacional de libertad de expresión que realizaron a 585 periodistas del país y a las alertas, por agresiones y censuras, que han registrado especialmente en departamentos del Pacífico y sur de Colombia.

¿Qué ha pasado este año en el país con respecto a la libertad de prensa?

Hay un problema que se ha estado agudizando y que seguramente va a ser más complicado es la estigmatización por parte de funcionarios públicos y líderes políticos en contra de los medios de comunicación. Esto se escala en diferentes niveles y empieza a completar una retórica que en algunos casos ha involucrado incluso al presidente Petro, pero también a alcaldes de ciudades como en Villavicencio o lo que ha pasado en la alcaldía de Daniel Quintero, que constantemente buscan una línea argumental para desacreditar las denuncias periodísticas. Es una de las tendencias globales que un día como hoy varios países y organizaciones están alertando.

Vienen elecciones locales y ya se ve esta narrativa y aparentemente no tienen ningún costo porque no hay una sanción o entidad que esté haciéndole contrapeso a eso, ni hay alguna responsabilidad política, lo que es muy grave.

Eso lo hemos visto en otros países, ¿se replican factores similares?

Sí, es una estrategia que se puede pensar que tuvo como a su máximo exponente a Trump y que a partir de ahí varios gobiernos comenzaron a replicar estilos similares, que hoy lo podemos ver con la misma notoriedad. Lo vemos en México como AMLO, que salió ayer a criticar a la CIDH ya las organizaciones que defienden la Libertad de prensa. Es una retórica permanente y por supuesto en Colombia ha habido unos episodios que tiene similitudes.

Creo que es el momento en que los ataques a la libertad de prensa, el debilitamiento de las democracias y el auge de autoritarismo hacen que sea un asunto de preocupación global y segundo un asunto en el que es necesario tener actitudes y demostrar activamente que los gobiernos están comprometidos con la libertad de prensa y particularmente en el caso colombiano pasa por respetar e incorporar la pluralidad en el periodismo y las voces sociales que representan el periodismo.

Sería muy positivo que el gobierno Petro no solo se abstuviera de hacer críticas con generalizaciones constantes, sino que estuviera también dando buenas señales como juntar esfuerzos regionales e incluso globales del liderazgo que puede tener Colombia para impulsar políticas que vayan en favor de la defensa de la libertad del periodismo.

¿Qué pasa con la reacción de la población civil? También hemos visto casos puntuales de rechazo a los periodistas

Ese es el impacto que terminan teniendo estas estrategias y discursos políticos que apuntan a los medios. En este punto es importante señalar las declaraciones del padre Giraldo, que es una figura tan relevante y comprometida con los derechos humanos. Hay unos señalamientos que realmente no proceden o terminan ampliando ese imaginario de que hay una parte de los medios de comunicación que está decididamente en contra del Gobierno de Gustavo Petro, pero al hacer esas declaraciones, termina erosionando el ejercicio periodístico y alimentando una narrativa que atenta en contra de la libertad de prensa. Es necesario entender que la pluralidad es necesaria en estos momentos y hay que entenderla desde todos los sectores. Todas las voces deben estar invitadas y respetadas en esa necesidad de transformación de tener una democracia más participativa y vigorosa.

En contexto: “Se habla de un golpe de Estado contra el presidente Petro”: padre Javier Giraldo

¿Qué acciones podrían detener estas dinámicas?

La visibilización de los casos, pero también es muy importante que haya una responsabilidad política. Esto no solo debe castigarse en la conversación ciudadana, sino que también haya un costo político para los partidos. Esto debe ser un asunto que concierne a todo el Estado en su conjunto, porque la libertad de prensa desarrolla muchos otros derechos de participación ciudadana. Hay que pasar de una discusión que no da garantías para el ejercicio periodístico amplio y diverso, sobre todo en un país como Colombia, con niveles tan altos de violencia y sobre todo contra los periodistas.

Tenemos una larguísima historia de periodistas asesinados e incluso el año pasado se registró el homicidio de dos periodistas y voces muy representativas y significativas de la denuncia en contextos atravesados por la corrupción, el crimen organizado, la coaptación de las instituciones políticas y son voces que no tuvieron protección del Estado. Tenemos que hacer énfasis en la protección contra esas violencias y en que el periodismo le sirve a toda la democracia y la ciudadanía en su conjunto.

¿Cuál es el panorama preelectoral?

Va a significar una conversación más violenta y hostil en redes sociales y seguramente se terminará trasladando al contexto general de las diferentes ciudades y a unos incrementos en las amenazas. Es desalentador decirlo, pero tenemos en cuenta lo que pasó en las elecciones del año pasado y este nivel de polarización y de las afectaciones constantes, estigmatizaciones y donde no hay ninguna sanción social a quienes atacan a los periodistas, como vimos hace poco al alcalde de Villavicencio lanzando generalidades a los medios. Creo que eso va a replicarse en estas elecciones y eso hace que el trabajo sea más difícil para los periodistas y que la población no reciba una información más completa, porque termina habiendo autocensura a la hora de cubrir a determinados mandatarios o candidatos que están constantemente contraatacando a los periodistas.

¿Parte de eso lo evidenciaron en la encuesta sobre las condiciones de los periodistas en el país?

En la encuesta también es muy preocupante la tenaza económica que existe y que junto a la política termina condicionando muchas veces las posturas editoriales y los contenidos que publican los medios de comunicación. La profunda crisis económica para el periodismo colombiano hace que los medios dependa más de la publicidad oficial y eso termina dirigiendo, en muchas ocasiones, la publicación de determinados contenidos.

¿Qué otras evaluaciones hicieron?

Es también significativo que haya periodistas que señalan cuáles son los principales problemas que tiene el periodismo colombiano y creo que entre esos se destaca la falta de confirmación de los datos antes de publicar o la contrastación con diferentes fuentes, que también apunta a un problema más estructural que es la falta de acceso a la información pública que también ha sido uno de los elementos que más ha decaído y ha retrocedido en los últimos años. A pesar de que Colombia tiene una leí de información pública, no se está aplicando de la manera correcta.

En cuanto a violencia y amenazas, ¿qué ha pasado este año?

Hay lugares donde hay situaciones muy graves, como lo hemos alertado en los diferentes informes. Por ejemplo, en Putumayo, Nariño y Chocó, donde persiste la amenaza constante en contra de periodistas cuando abordan temas como conflicto armado, corrupción local o alguna irregularidad que se presenta en los municipios. Ahí el nivel de autocensura es altísimo.

En Putumayo se ha dejado de cubrir la negociación entre el gobierno y diferentes grupos armados y lo que tiene que ver la disputa del territorio. Ahí están las consecuencias de la presión armada que termina en silencios estratégicos, que se ve mucho en el periodismo local y es ahí donde es más necesario tener las garantías para ejercer el periodismo. Es donde debe aparecer el acompañamiento institucional para que los periodistas locales sientan alguna protección o garantías para ejercer su trabajo.

¿Hay voluntad del Gobierno?

No en las dimensiones que se necesita. Esto tiene que ser un cambio en diferentes instituciones del Estado y de mentalidad. De entender que el periodismo no es el enemigo y que no está buscando ir en contra de un funcionario o de una política, sino que, por el contrario, lo que también hacer es visibilizar, denunciar y advertir las situaciones que están pasando. En un día como hoy es necesario resaltar la importancia de que haya pluralidad y espacio para advertir lo que no muchos sectores quieren que se diga.

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Alberto(3788)03 de mayo de 2023 - 06:20 p. m.
Muy razonables respuestas y posición. De acuerdo.
Luis(34492)03 de mayo de 2023 - 06:02 p. m.
Este imbecil no entiende. Claro que el periodismo es muy importante, pero en Colombia hace decadas que desaparecio, hoy se hacen pasar por periodistas una recua de titeres que persiguen, amenazan y le mienten al pueblo. Hoy eso se llaman delincuentes a sueldo con microfono, defendiendo corrupcion
Juan(20732)03 de mayo de 2023 - 05:24 p. m.
Increíble, el director de la Flip vive en la luna. Es un afortunado y poco de poner los pies en la tierra de este platanal. Según él la culpa la tiene Petro, propio del político fascista.
A(31678)03 de mayo de 2023 - 04:46 p. m.
No entiendo este gremio. Se supone que no se equivocan? Que no son susceptibles de ser cuestionados? Los medios en general son inofensivos? No es cierto que todos son respetuosos de la verdad y la objetividad. Hay múltiples ilustraciones del pésimo trabajo que hacen ciertos medios de comunicación, verdaderos atentados a la democracia. Criticar con criterio a los medios no puede ser visto como un atentado contra la libertad de expresión, pues hay unos realmente mediocres y sobre todo falaces.
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