En el colegio Gonzalo Jiménez Navas, ubicado en el municipio de Floridablanca, Santander, se presentó un hecho de violencia que tiene en vilo a la comunidad educativa y al departamento.
Durante la mañana del martes un menor de nueve años fue agredido por sus compañeros de clase, luego de que se negara a compartirles un postre que se estaba comiendo. Por su grave estado de salud, su familia tuvo que trasladarlo a la clínica San Luis, en Bucaramanga.
María Fernanda Hernández, madre de la víctima, relató que entre tres compañeron lo golpearon en el abdomen, ocasionándole peritonitis y dos paros cardiorrespiratorios.
Además, afirmó que el menor fue obligado a comerse el postre después de que los agresores lo cubrieron de viruta de lápiz, colbón, saliva y orina.
A su vez, Hernández reclamó la manera en la que el colegio asumió la situación porque, según ella, nadie en la institución se percató del estado real de salud de su hijo y lo mandaron a la casa por un cuadro de fiebre y vómito.
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Allí sus abuelos, conscientes de las heridas del menor, decidieron trasladarlo a la clínica Chicamocha, donde fue operado y posteriormente llevado a la clínica San Luis.
A pesar de que no se conoce el estado de salud del niño, desde el hospital aseguraron que lo lograron estabilizar después del procedimiento quirúrjico al que fue sometido.
El colegio Gonzalo Jiménez Navas no ha emitido ningún reporte sobre lo sucedido. Sin embargo, Hernández y su familia llevaron las denuncias respectivas a la Secretaría de Eduación del municipio, a la Fiscalía y a la Policía de Infancia y Adolesencia.