Publicidad

Un proceso de paz en estado de agitación

Los viajes de ‘Timochenko’ a La Habana han dado argumentos a la oposición para criticar la mesa de conversaciones entre Gobierno y Farc.

Camilo Segura Álvarez
13 de octubre de 2014 - 02:33 a. m.
/Archivo El Espectador
/Archivo El Espectador

Mientras se aproxima el segundo aniversario del comienzo formal de las conversaciones entre el Gobierno y las Farc, el proceso de paz volvió a moverse al vaivén de la discusión política. La oposición, un discurso reoxigenado, las denuncias y propuestas de las víctimas y los debates internos de la Unidad Nacional envuelven los diálogos de La Habana (Cuba).

La polémica, alimentada por la información sobre los viajes del máximo líder de las Farc, alias Timochenko, para reunirse con la comisión negociadora de esa guerrilla, creció cuando se supo de su encuentro con el comandante del Eln, alias Gabino, en la isla. León Valencia, director de la Fundación Paz y Reconciliación, fue quien confirmó la información y dijo que se trataba de una reunión para conocer los avances y las dinámicas de la mesa de La Habana para aplicarlos a unas eventuales negociaciones con el Eln. No obstante, ninguna de las organizaciones involucradas en ese encuentro ni el Gobierno han confirmado tal reunión.

El encuentro entre los líderes guerrilleros, sumado a la forma en que el Gobierno autorizó el desplazamiento de Timochenko, fueron utilizados por el uribismo para alimentar su discurso en contra de las condiciones en que se está negociando con la guerrilla y, de paso, anunciar denuncias contra el alto gobierno.

“Les hemos pedido a los abogados que estudien qué delitos se han cometido y qué normas se han infringido para interponer las correspondientes denuncias contra el presidente ante la justicia nacional e internacional”, dijo el senador por el Centro Democrático Ernesto Macías, quien, según prometió, el próximo martes llevará el asunto a la plenaria de la Cámara alta.

Por su parte, Paloma Valencia, también uribista, dijo que “está claro que no fue gratuito que las visitas de Timochenko y su reunión con Gabino en La Habana se hayan hecho entre la primera y segunda vuelta de las presidenciales. El presidente estaba facilitando todo para que hicieran algún tipo de pronunciamiento favorable al proceso, que fue su promesa de campaña. Además, no nos han mostrado cómo fue que quitaron la circular roja de la Interpol”.

Tal ha sido la oxigenación del discurso uribista, que reeditó mensajes como que Venezuela, país garante del proceso de paz, es un “paraíso terrorista” y cuestionó la unidad del gabinete de Juan Manuel Santos a través de este episodio, en el que por lo menos cuatro voces del alto gobierno han salido a apagar incendios después de que Juan Carlos Pinzón, el propio mindefensa, les hablara a los medios de comunicación sobre los viajes de Timochenko.

Precisamente, quien mejor aprovechó el avispero fue el líder del Centro Democrático, el senador y expresidente Álvaro Uribe, al cuestionar la permanencia de Pinzón en el Gobierno. “Santos y Sergio Jaramillo (alto comisionado para la Paz) conforman un eje de engaños, ¿será que el ministro de Defensa es capaz de desmarcarse por respeto a las Fuerzas Armadas?”, se preguntó Uribe en las redes sociales. A su turno, Pinzón salió a los medios de comunicación a pedir que no se especule políticamente alrededor de los viajes de Timochenko.

Las noticias sobre el proceso de paz también llegaron desde las víctimas que han viajado a La Habana para hablar frente a la mesa de diálogos. Durante el fin de semana se hizo pública una carta de ellas, dirigida al presidente Santos, que reactiva las alarmas sobre su seguridad y la verdadera dimensión de los enemigos del proceso.

En la comunicación, 22 víctimas de las primeras dos delegaciones que fueron a Cuba advirtieron ‘chuzadas’, seguimientos “propios de inteligencia” y hostigamientos en su contra. También pidieron a las partes que se paren de la mesa hasta que se firme un acuerdo de fin al conflicto, ratificaron su disposición para trabajar de la mano con las delegaciones en la promoción de la paz y plantearon la necesidad de un cese al fuego bilateral.

Sobre este punto, el cese bilateral, Santos habló durante la Convención Internacional de Seguros de Cartagena. “Por un lado, sabemos que las Farc en todas las ocasiones de cese al fuego de procesos anteriores se han aprovechado. La experiencia ha demostrado que un cese al fuego, sobre todo cuando no está incluido el Eln, se chupa el 80% del tiempo en determinar quién rompió el cese al fuego, por qué se rompió el cese al fuego, y entonces la esencia de la negociación se desvía. La mejor condición para las Farc sería estar en armas, estar armados, conversando y sin presión militar”.

El proceso de paz llega a su segundo año, con avances ciertos y retos mayores, como llegar a un acuerdo que satisfaga los derechos de las víctimas, las exigencias de la sociedad en materia de justicia transicional, pero sobre todo, que supere la polarización de las que son claras muestras las discusiones políticas de hoy.

Por Camilo Segura Álvarez

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar