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Perú, polarizado de cara a los comicios definitivos

Las encuestas hablan de empate técnico entre Humala y Fujimori.

Jaime Cordero, Lima / El País de España
02 de junio de 2011 - 04:27 p. m.

El proceso electoral más reñido de la historia reciente del Perú es, también, el que más ha polarizado a la sociedad entera. Aun cuando la mayoría de sondeos reporta una mínima ventaja de un punto a favor de Keiko Fujimori sobre Ollanta Humala, nadie puede atreverse a vaticinar un ganador en la segunda vuelta del domingo. Si hay una nota destacada, hasta este momento, es la intolerancia, que ha llegado a niveles insospechados, incluso para un país con graves divisiones sociales como Perú.

Las encuestas evidencian que muchos acudirán a las urnas a disgusto. Según el más reciente sondeo de Ipsos Apoyo, el 40% del electorado no votaría en ningún caso por Humala y el 39% no lo haría por Fujimori. Precisamente gracias a la división de las alternativas centristas los dos candidatos con mayor porcentaje de rechazo ciudadano lograron llegar a la segunda vuelta. Y, puesta a elegir entre el perturbador pasado del fujimorismo y el incierto futuro que representa el humalismo (en Perú el voto es obligatorio), la sociedad ha entrado en una espiral creciente de crispación que se plasma en incidentes violentos, agrias polémicas en los medios de comunicación y, sobre todo, disputas en las calles y dentro de los hogares. 'Solo deseo que llegue el 6 de junio de una vez para que tantas familias que se han peleado y dividido por culpa de la política puedan reconciliarse', decía hace poco el director de un programa de radio.

La reciente carta de Mario Vargas Llosa, que anunció que sus columnas no se publicarán más en el diario El Comercio, tras señalarlo como una 'máquina propagandística' de la candidatura de Keiko Fujimori -una acusación que el diario ha rechazado-, es solo el más reciente episodio en la sucesión de reproches y acusaciones en que se ha convertido la campaña electoral peruana.

'Me gustaría que Vargas Llosa evalúe también al resto', comentó el portavoz fujimorista Fernán Altuve, quien sostiene que no es cierto que los medios de comunicación peruanos hayan cerrado filas en torno a su candidata.

Lo cierto es que desde que decidió apoyar la candidatura de Ollanta Humala -incluso grabando un anuncio en televisión-, el premio Nobel de Literatura empezó a recibir virulentos ataques, incluso de quienes hace solo unos meses se deshacían en elogios hacia él. También su familia ha sido acosada, como denunció recientemente su hija Morgana. Da igual que el escritor haya dejado claro en varias ocasiones que su apoyo a Humala parte del rechazo cerrado a la opción fujimorista.

Para muchos, el voto parece haberse convertido en una cuestión de vida o muerte. Más que nunca se siente en enfrentamiento entre la derecha conservadora, defensora a ultranza del modelo económico vigente, que ahora cierra filas en torno a Keiko Fujimori; y el sector progresista, defensor de los derechos humanos y enemigo acérrimo del fujimorismo. 'La polarización ha sido un problema ya desde el año 2000 [final del mandato de Alberto Fujimori], y ahora se ha agravado. Digamos que el país ya tiene demasiadas fracturas como para tener una nueva', apunta la periodista Jacqueline Fowks.

La elección también se ha vuelto, en cierto modo, un enfrentamiento entre un amplio sector de la intelectualidad y la cultura llamada popular. En los últimos días han empezado a acumularse comunicados de distintos sectores de académicos y artistas que se pronuncian expresamente contra la candidatura de Fujimori. El primero en pronunciarse fue un nutrido grupo de historiadores de universidades peruanas y extranjeras. Luego llegó la carta de medio centenar de escritores, encabezados por Mario Vargas Llosa y Alfredo Bryce Echenique. Esta semana llegaron dos comunicados más: uno de personas vinculadas al cine y otro de politólogos.

En todo caso, Keiko Fujimori no se ha preocupado en responder a estos pronunciamientos. En las últimas semanas también ha recibido adhesiones, principalmente de políticos y economistas. También la apoyan un importante grupo de deportistas y personajes de la farándula, como la presentadora de televisión Sofía Franco, ciertamente más conocidos que los académicos.

La guerra en internet

La segunda vuelta de las presidenciales peruanas se ha convertido, para muchos, en la obligación de decidir cuál de los dos candidatos es el mal menor. Los dos aspirantes que quedan en carrera para suceder a Alan García a partir del 28 de julio son justamente los que más rechazo generan en amplios sectores de la ciudadanía.

La perspectiva de que la hija del expresidente ahora en prisión llegue a la presidencia ha motivado que parte del voto antifujimorista salga a expresar su posición en las calles. El 26 de mayo, miles de personas sorprendieron con una marcha de inesperada dimensión por el centro de Lima. Los cálculos más conservadores señalan que fueron alrededor de 5.000 los manifestantes, muchos de ellos con pancartas y lemas abiertamente contrarios a la candidatura de Keiko Fujimori. Aunque la marcha fue organizada por una ONG de derechos humanos que han emprendido una campaña llamada Fujimori nunca más, en la que recuerdan los atropellos cometidos durante el régimen de Alberto Fujimori, gran parte de los asistentes fueron estudiantes universitarios y jóvenes que difundieron la convocatoria por Facebook y Twitter, con el hashtag #26M. Manifestaciones similares se produjeron el mismo día en varias ciudades del interior. También participaron en ellas sindicatos y organizaciones de izquierda.

'Keiko Fujimori representa la peor etapa de nuestra historia. Representa la corrupción, el abuso, el crimen y la dictadura que lideró su padre. No queremos que esa época negra de la historia vuelva, y por eso estamos en las calles', señala la poeta Rocío Silva Santisteban, secretaria de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos.

Internet se ha vuelto un importante foco de opositores al fujimorismo. Un grupo llamado No a Keiko suma más de 182.000 adhesiones en Facebook y ha organizado varias manifestaciones contra la candidata. De ellas, 70.000 se han registrado en los últimos dos meses. 'Los medios están haciendo una cobertura muy complaciente del fujimorismo', comenta Giancarlo Navarro, un líder del colectivo. Señala que alrededor de la mitad de fans de la página son menores de 24 años, es decir, eran niños o adolescentes cuando Alberto Fujimori abandonó el poder, en 2000.

Los responsables de No a Keiko aseguran que su protesta es pacífica e independiente de cualquier opción política. En la coyuntura de la segunda vuelta, resulta cada vez más evidente que No a Keiko ha mutado en sí a Humala. La teoría del mal menor, nuevamente.

Generación crítica

- Los jóvenes (de 15 a 29 años) representan el 28% de la población de Perú.

- El paro juvenil afecta al 12,6%, frente al 7,9% de tasa de desempleo media del país.

- El 70,6% de los jóvenes piensa que la democracia funciona mal, según un informe del PNUD de 2008.

Por Jaime Cordero, Lima / El País de España

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