¿Colombia: samba o rock and roll?

El equipo de Carlos Queiroz jugará su primer partido del torneo continental ante Argentina en el estadio Fonte Nova de Salvador de Bahía. El título, el sueño de la generación dorada.

Luis Guillermo Montenegro / Enviado Especial a Salvador Bahía
15 de junio de 2019 - 03:00 a. m.
 La selección de fútbol de Colombia está lista para su estreno en la Copa América, este sábado ante Argentina, en Salvador de Bahía. / EFE
La selección de fútbol de Colombia está lista para su estreno en la Copa América, este sábado ante Argentina, en Salvador de Bahía. / EFE

Pelourinho, el barrio céntrico de Salvador de Bahía, se parece al de Cartagena. Su arquitectura colonial barroca —que en este caso es portuguesa y no española—, el sonido del mar de fondo, los colores pasteles en las fachadas, el piso adoquinado con roca fuerte, casas culturales de danza y literatura y buenos restaurantes. La música de fondo es samba, reggae y por estos días cánticos de fútbol de hinchas colombianos, argentinos y brasileños. Los dos primeros porque este sábado (5:00 p.m., por el Gol Caracol) se enfrentarán en el debut de la Copa América en el estadio Fonte Nova de esta ciudad. Los terceros, porque son los anfitriones y debutaron el viernes en el torneo con una cómoda victoria 3-0 sobre Bolivia. El ambiente de la Copa América no está cercano al del Mundial de hace cinco años en estas mismas tierras, pero este lugar, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1985, parece ser el epicentro futbolero en una ciudad en la que, contrario a muchas otras de Brasil, el balompié está lejos de ser lo más importante de las cosas menos trascendentales.

El último recuerdo de un partido oficial de Colombia en Brasil fue el 4 de julio de 2014, cuando el equipo dirigido por José Pékerman perdió 2-1 en los cuartos de final de la Copa del Mundo ante el local, en el estadio Castelao de Fortaleza. A pesar de la derrota, ese día la tricolor demostró que podía estar al nivel de los mejores y a pesar de esa caída se fortaleció esta generación, una de las más brillantes en la historia del balompié nacional. Esta misma base de jugadores llegó a cuartos de final en la Copa América de Chile 2015, ocupó el tercer lugar en la edición Centenario, que se jugó en Estados Unidos en 2016, e hizo un digno Mundial de Rusia 2018. Ahora, con nuevo técnico, el portugués Carlos Queiroz, la idea es consolidar todo esto con un título, algo de lo que se arriesgan a hablar en público los referentes del equipo.

“Hemos crecido en cuanto a las individualidades y nos estamos enfocando para fortalecernos como equipo. Esta selección ha decidido vivir en la mentalidad de crecer y luchar”, explicó el capitán Radamel Falcao García, mientras que el arquero David Ospina expresó: “Soñamos con darle una alegría más a nuestro país. Queremos solidificar esta generación con un título”. Ellos creen y esa fe hace que Colombia se pueda ilusionar. Esta actitud también demuestra la nueva mentalidad del futbolista colombiano tras la era Pékerman. Muchos llegaron a la élite, supieron lo que era ganar con sus clubes y ahora quieren vivir eso mismo con la selección.

Puertas adentro Carlos Queiroz lo que más quiere es ganar y el mensaje que les da a su cuerpo técnico y a los jugadores cada mañana es el de hacer todo con excelencia. Es el primer motivador y el mayor interesado en poder comenzar su etapa como entrenador de Colombia con un título de la envergadura de la Copa América; sin embargo, puertas afuera prefiere ser precavido e ir paso a paso, partido a partido. “Nosotros estamos lejos, hasta ahora en un proceso de elaboración y desarrollo. Pienso que con la calidad que tenemos y con una buena actitud de competición vemos una buena oportunidad de ganar el próximo partido, pero nada más. Tenemos talento, calidad física, experiencia y mi trabajo es crear esa armonía en una forma colectiva. Sabemos que poseemos la actitud y sabemos sufrir juntos”.

El camino de Colombia en la Copa América comenzará ante Argentina. El próximo miércoles enfrentará en São Paulo a Catar, selección que ha sido invitada a esta edición del torneo, y cerrará la fase de grupos el domingo 23 contra Paraguay, nuevamente en el estadio Arena Fonte Nova de Salvador de Bahía. Por el formato de este certamen, a los octavos de final avanzarán los dos primeros de cada grupo y dos mejores terceros. Es decir que ganando un partido y empatando otro sería posible acceder a la siguiente fase. Para fortuna de Colombia, el rival más duro del grupo será el primero en enfrentar y eso da cierta tranquilidad, no como hace cuatro años, cuando se comenzó ante una débil Venezuela, se perdió y tocó sufrir para vencer a Brasil, equipo al que nunca se le había ganado en este torneo, en el segundo partido. Lo ideal sería sumar ante la albiceleste y buscar un triunfo ya sea ante los asiáticos o contra los guaraníes.

En los dos más recientes juegos amistosos frente a Panamá y Perú, el técnico Carlos Queiroz utilizó un módulo poco común en la selección: 4-3-3. Los cuatro defensas en el fondo con laterales de ida y vuelta. En la mitad dos hombres de marca, acompañados por Juan Guillermo Cuadrado, con libertad de irse al ataque. Delante de ellos dos extremos y un nueve: Falcao García, Luis Fernando Muriel por un costado y James Rodríguez por el otro, él con la libertad de moverse hacia la mitad del campo para armar juego, mientras Cuadrado lo releva en su posición de banda.

“Si hay samba no vamos a bailar rock and roll, si hay rock and roll no vamos a bailar salsa”, dijo Queiroz, dejando ver que no siempre se podrá jugar igual ni con planteamientos similares y la virtud de su equipo debe ser acomodarse a las circunstancias. Ante Argentina sería un riesgo dar tantos espacios, por lo que lo más probable es que arme un 4-2-3-1 con David Ospina, en el arco; Santiago Arias, Dávinson Sánchez, Yerry Mina y William Tesillo, en defensa; Matheus Uribe y Wilmar Barrios, como volantes de marca; Juan Guillermo Cuadrado, James Rodríguez y Luis Fernando Muriel, como volantes ofensivos, y Falcao García, de nueve.

“Después de más de 35 años de experiencia respondo que mi estilo de jugar un partido es el de hacer lo necesario para ganar. Si hay que bailar rock and roll o bailar samba para ganar un partido, lo haremos”, declaró el entrenador nacido en Mozambique, dejando claro que para él lo más importante es el resultado. “El fútbol es un juego sencillo, con jugadores y personas sencillas, que se complica porque todos quieren lo mismo, quieren ganar. Hay que salir a disfrutar y con el honor de hacer felices a los aficionados. Espero que Colombia entera pueda disfrutar de esto”, explicó con ilusión.

¿Habrá samba o rock and roll en Brasil? Eso se verá en los partidos, pero lo cierto es que el entrenador está dispuesto a todo con tal de que los resultados se den. También es consciente de que el buen ambiente que ha habido desde su llegada se podrá mantener siempre y cuando el equipo rinda y gane. De José Pékerman se criticaron muchas de sus formas; sin embargo, en el fondo los resultados se dieron y por eso la única salida para sus críticos fue guardar silencio. Ahora pasará lo contrario. Queiroz ha demostrado estar comprometido, trabajar como ningún otro y tener la actitud ganadora; pero serán los logros deportivos los que determinen la aprobación de su gestión.

Por Luis Guillermo Montenegro / Enviado Especial a Salvador Bahía

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