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“Estoy muy emocionado con esto. Si soñara con correr para un equipo, sería Penske”. Con esas palabras abrió el piloto colombiano Juan Pablo Montoya ayer sobre el mediodía una teleconferencia en la que habló por primera vez en público de su futuro en la categoría IndyCar con el equipo más laureado en el automovilismo norteamericano.
Lo hizo después de haber hecho un tour a las instalaciones de la escuadra, en las que una grupo de los 325 empleados que trabajan allí lo recibieron con un sonoro aplauso después de ser presentado por Tim Cindric, presidente del equipo.
Tuvo la oportunidad de conocer personalmente al australiano Will Power, subcampeón de IndyCar en los últimos tres años, y dialogar con él y el grupo de ingenieros que lo apoyarán en pista el próximo año. Hizo muchas preguntas y compartió experiencias de sus años en la Cart y la Fórmula Uno.
Se sentó en un auto IndyCar también para empezar a tomarle la medida, pues como lo dijo a los medios americanos, tiene “mucho terreno por recortar” antes de estar listo para su reestreno en este tipo de autos, que no conduce desde hace ya más de una década.
“Me siento como un niño de cinco años”, dijo en dos ocasiones Montoya. Lo que vio durante el día lo impresionó y sabe que está con un equipo de primera línea, el mejor de los Estados Unidos. Lo es en IndyCar, donde ha ganado 12 títulos, pero también en Nascar, donde son los actuales campeones de Copa Sprint.
El hall de entrada del equipo muestra orgullosamente los 15 triunfos en las 500 Millas de Indianápolis, con réplicas de los trofeos Borg Warner y los cascos usados por sus pilotos en cada una de esas victorias. Juan Pablo Montoya ganó la carrera en 2000, en una de las pocas veces que Penske no tomó parte de la mítica competencia.
Aunque el acuerdo de Montoya con Penske le dará la posibilidad de hacer algunas participaciones en Nascar, probablemente con autos más competitivos que los que ha tenido hasta ahora en sus manos en la Copa Sprint, su enfoque va a estar en IndyCar, donde tendrá como uno de sus principales rivales al equipo de su jefe hasta este año.
Sin embargo, su atención durante las próximas nueve semanas seguirá en cerrar su ciclo en el auto 42. “Sigo comprometido con Chip y ojalá con ganar la primera carrera en óvalo”. Entre esas nueve carreras trabajará en especial físicamente, para estar de nuevo en forma. “Ya estoy trabajando en eso, porque sé que estoy lejos de donde necesito estar. Yo no estoy aquí para jugar, sino para hacer un trabajo”, agregó.
Juan Pablo Montoya regresa a un ambiente más familiar para él, más a tono con su formación, pero lo hace según él como un piloto más completo. “No creo que los siete años en Nascar hayan sido perdidos, sé muchas cosas que no sabía antes y me han hecho un mejor piloto”. Tantas carreras en óvalos sin duda le habrán enseñado cosas nuevas.
El número 2 será el que lleve Montoya en el inicio de la temporada 2014 de IndyCar, programado para marzo en el trazado callejero de San Petersburgo. El bogotano se reencontrará con nombres como Franchitti, Dixon, además de su nuevo compañero de equipo, el brasileño Helio Castroneves, con quien se conoce desde los karts.
También será la oportunidad para sus compatriotas Sebastián Saavedra y eventualmente Carlos Muñoz de correr contra quien fue un modelo a seguir en sus años de infancia.
¿Será tan bueno Montoya en su regreso como en su estreno en autos tipo Indy? Penske tiene el antecedente de haber tenido en algunas carreras de IndyCar este año a AJ Allmendinger, quien sin ser un piloto con un palmarés como el del colombiano, terminó séptimo en las 500 Millas de Indianápolis después de más de seis años de correr en la categoría Nascar.
Más que eso, sin embargo, la firma de Roger Penske es poner el sello a una asociación ganadora. Por ahora con firma por la temporada de 2014, pero con opción para más.
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@diegofmejia