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Aunque no ha sonado tanto como otros pilotos colombianos que compiten internacionalmente este año, Tatiana Calderón se hizo sentir en el fin de semana. La bogotana, de 20 años, ha conseguido algo sin precedentes, no sólo para un piloto nacional, sino a nivel mundial, al convertirse en la primera mujer en subir al podio en la prestigiosa Fórmula 3 Británica.
Este campeonato, aunque no pasa por su mejor momento, ha sido durante muchos años uno de los referentes en la escalera de formación hacia la máxima categoría. Por este han pasado varios de los pilotos que compitieron el domingo en el Gran Premio de Singapur de Fórmula 1, entre ellos Mark Webber, Jenson Button y Sergio Pérez.
Después de correr en Nueva Zelanda en enero y febrero en la Toyota Racing Series, iniciando su cuarta temporada en el automovilismo internacional, Tatiana se embarcó en la Fórmula 3 FIA Europea y luego en la F3 Británica, en ambas con el equipo Double R.
Ella anticipaba un año de mucho aprendizaje, pero no al nivel que ha resultado. De estar normalmente entre los 5 o 10 primeros en el European F3 Open el año anterior, pasó a pelear en la cola del grupo este año. No está con el mejor equipo y está corriendo contra muchos grandes jóvenes talentos, algunos en formación de Red Bull y Ferrari, pero nunca esperó que esta temporada la pusiera a prueba de esta manera.
“Ha sido el año más duro de todos, pero es en el que más he aprendido”, admite Tatiana a El Espectador. Ha trabajado más duro que nunca en su técnica de manejo, también física y mentalmente, en muchas ocasiones sin ver los resultados en pista que ella quisiera. Cuando termine el año, Tatiana habrá corrido en más de 50 carreras, más que cualquier otro piloto colombiano, incluso que Juan Pablo Montoya con el maratónico calendario de la Nascar.
Sin embargo, la jornada del fin de semana en Nürburgring, donde se corría la fecha final de la F3 Británica, le mostró que su esfuerzo no ha sido en vano. En la primera de tres carreras que disputó sostuvo una lucha “a muerte” con su compañero de equipo Sean Gelael, que saldó a su favor con un sobrepaso de esos que duelen, por la línea externa, la menos favorable y sin ceder un milímetro ante la agresividad del indonesio.
La segunda carrera, en la tarde del sábado, presentó a Tatiana la oportunidad de conseguir su mejor resultado del año, pues al invertirse el orden de los ocho primeros de la competencia anterior para determinar el orden de partida, arrancaba tercera. Primero avanzó, luego tuvo que ceder, después sobrepasó y resistió para cruzar la meta tercera.
Anteriormente Tatiana había sido la primera mujer en conseguir un título nacional de karts en Colombia, luego lo hizo en los Estados Unidos. Este domingo fue la primera mujer en subir al podio de la F3 Británica. Cuando apareció fue más aplaudida que el ganador, el brasileño Felipe Guimaraes. Luego todos querían una foto con ella, incluso miembros de equipos rivales. En un deporte que no tiene división por género sigue siendo extraño ver a una mujer, mucha más una que sea realmente competitiva, como lo fue Tatiana.
“Fue muy bueno subir al podio, pero espero que no se quede en eso. Quiero ganar. Creo que es posible”, dice Tatiana.
Tras la carrera final en Nürburgring, la organización de la categoría le entregó a Tatiana el premio al mejor desempeño del fin de semana. La llamaron al podio de nuevo, pero ella no lució tan contenta con la distinción. Acababa de cruzar octava la meta, resultado lejos del que esperaba y parecía incómoda junto a los tres mejores, pues unas horas antes había logrado a pulso su primer podio del año.
“Si me hubieran dado el premio por la pasada a mi compañero de equipo el sábado, me hubiera alegrado, pero sentí que me lo estaban entregando por ser mujer. No pienso que ese sea mérito. En la pista soy como cualquier otro piloto”, dice Tatiana. La lucha no es de géneros para ella en pista. Es contra todos.
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@diegofmejia