Carta a Kobe Bryant de un seguidor colombiano

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Tal vez sea un fan más. Otro más, desesperado por hablar de la eficiencia de Kobe Bryant. Intranquilo por decir lo mejor que él tiene y tratar de compararlo con el legendario Michael Jordan. Porque los 81 puntos del 22 de enero del 2006 contra los Raptors, o los cuatro partidos seguidos anotando más de 50 puntos en el 2007, son records históricos. Y son de Kobe. Pero no son solo los números, en mi memoria quedará para siempre los "Kobe con la pelota, dribbling al espacio que le deja Pippen, avanza, marca el pase y ¡encuentra la volcada de Shaq! ¡Los Lakers arriba!"

Toda una carrera siguiendo a “Vino” y hoy se retira. Por supuesto no me pude contener, Kobe para mí significa más que récords y estadísticas. Es filosofía, es arte o inclusive "magia". Una magia que por muchas noches terminó siendo el resultado del trabajo duro, del proceso de madurar y convertirse en un líder, del afortunado hecho de compararlo con toda la NBA y decir con tranquilidad que él era el mejor.

Es que era impresionante. Todo lo que logró lo hizo porque se preparaba el doble que los demás. Le hacía las mejores jugadas a los Spurs, a Miami, tuvo una dulce revancha contra los Celtics, bloqueaba tiros a Lebron James e incluso llegó a marcar 40 puntos en la cara de su majestad Michael Jordan. Definitivamente verlo jugar era un deleite.

Hoy Kobe está viejo, le duele todo, inclusive su ego, o eso es lo que veo a distancia. Pero no importa, todo ese dolor llegó a ser respetable por el legado que ha dejado. Soy feliz, pues todo ese proceso que lo hizo grande, ¡yo lo vi! Aunque me falto verlo en vivo y gritar "threeeeee" cada vez que lanzará de tres. Me faltó gritar “¡M.V.P, M.VP!” en el Staples Center mientras que "La MAMBA" lanzaba tiros libres. Me perdí esos momentos pero gracias a la televisión pude gritar como si estuviera en el estadio.

Lo que nadie sabe es que esos vídeos de Kobe me hacen tan feliz, que los veo y me pueden arreglar el día. Y escribo esto porque estoy desesperado por decirle al mundo que por 18 de los 20 años que duró su carrera estuve ahí, pendiente de su legado. Lo seguí, crecí y ahora busco tener la misma determinación que él tenía en el deporte, para aplicarla en mi vida.

Gracias Kobe. A mí y a muchos fans de la NBA nos diste esa tranquilidad y felicidad de no sólo hacer mejor el deporte, sino, a veces, el mejor show del mundo.

Muchas gracias Kobe. Es tiempo de descansar. Un abrazo a Vanessa y a las chicas y recuerda que para mí siempre serás el más grande.

Atentamente,
Camilo, tu fan número 30.557