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A falta de segundos para finalizar el tercer cuarto, Malcolm Brogdon de los Bucks le realizó un fuerte bloqueo a Nick Young de los Lakers. La respuesta del jugador del quinteto de Los Ángeles fue empujar al jugador de Milwaukee. Eso encendió una pelea entre jugadores de ambos equipos, luego el pívot de Bucks Greg Monroe se involucró, al igual que el jugador de los Lakers Brandon Ingram.
Otros jugadores se unieron a la pelea mientras que empleados de ambos equipos tuvieron que separar a los jugadores. Los árbitros expulsaron a Young, Monroe y D'Angelo Russell. "Cuando vi la repetición de lo que sucedió, me di cuenta de que uno de sus empleados agarró a Brandon por la camiseta y lo empujó, no lo detuvo, lo empujó", dijo el entrenador de los Lakers, Luke Walton.
Precisamente el entrenador del quinteto de Los Ángeles criticó a los árbitros, debido a que uno de ellos "puso sus manos" sobre un jugador de su equipo durante la pelea. En conferencia de prensa, Walton le envió un mensaje al empleado de los Bucks: "No toques a mis jugadores, porque si eso va a ser permitido, estoy seguro de que podemos encontrar a un par de personas aquí en Los Ángeles que quieren hacer ese trabajo para los Lakers".
"Yo no vi que los árbitros no hicieran algo al respecto, permitieron al empleado agredir a mi jugador y nadie dijo nada, ellos que son quienes deben poner orden no hicieron nada, esto no puede estar pasando", agregó el entrenador.
Al final, los Bucks ganaron 107-103, resultado que le permitió al equipo de Milwaukee ascender al séptimo lugar de la Conferencia Oeste, mientras que Los Ángeles quedó eliminado de la contienda por un boleto a las finales.