Un héroe con jeringa

McGwire, antecesor de Bonds en los récords del béisbol, admite haber consumido esteroides.

Juan José Fernández - Agencias / Especial de El País
12 de enero de 2010 - 09:42 p. m.

Se derrumba otro sospechoso héroe americano. Mark McGwire, uno de los históricos plusmarquistas del béisbol de las Grandes Ligas, no pudo resistir más. Al revés que Barry Bonds, el bateador que lo superó, develó su gran mentira. El ex jugador de los Cardenales de San Luis admitió haber consumido esteroides casi durante una década y especialmente en 1998, cuando rompió el récord de jonrones al enviar al otro lado las bolas 70 veces. Su duelo con el dominicano Sammy Sosa conmovió a América. Ahora la ha vuelto a conmocionar.

En una declaración escrita, McGwire señaló: “Hubiese deseado no tener que usar nunca esteroides. Fue tonto y un error. Me disculpo de verdad. Con la perspectiva del tiempo hubiese querido no haber jugado nunca en la era de los esteroides. Nunca supe cuándo, pero sabía que este día llegaría. Me llegó la hora de hablar de mi pasado y confirmar lo que la gente sospechaba”. El deportista estadounidense no se refirió a la hormona del crecimiento, pero fuentes próximas a él han confirmado que también la usó.

El fornido bateador de 1,95 metros de estatura y 111 kilos de peso admitió ya en sus mejores momentos que consumía creatinina y androstenediona, una hormona que potencia la musculatura, pero que en la paradisíaca isla del béisbol se permitía entonces. El lavado de cara efectuado hace dos años por las Grandes Ligas dejó al descubierto que el deporte norteamericano más tradicional había sido mucho más farmacéutico que natural. Pero todo se tapó con prescripciones de penas, ni una sola sanción y felicitaciones hipócritas por empezar lo que llamaron como una “nueva etapa”. Interesaba seguir moviendo el negocio, aunque la miseria quedara atrás y muchos casos emblemáticos como el de McGwire se cerraran en falso.

El mismo año 1998 en que el escándalo sexual del presidente Clinton con la becaria Mónica Lewinsky hacía tambalear la Casa Blanca, el país vibraba con los batazos de McGwire y Sosa, retirado ahora a la fuerza ante la falta de ofertas, como Bonds, pese a su plusmarca de 73 jonrones.

McGwire estaba marcado, como lo están Sosa y más aún Bonds y el lanzador Roger Clemens, que no reconocieron ante la justicia estadounidense lo que parece una evidencia, y sobre los que pende incluso la cárcel por perjurio. Los sucesivos rechazos a la entrada de McGwire en el Salón de la Fama a causa de las sospechas más que fundadas sobre su dopaje, le han llevado a salir del armario. Y sobre todo, que los propios Cardenales de San Luis, su último club, lo contrataran como entrenador de bateadores. Y claro, el pelotero debía limpiarse.

“Me siento aliviado”

Tony La Russa, su técnico antes en Oakland y luego en la novena de San Luis, defendió su decisión: “Le permitirá recuperar su buena imagen. La verdad, me siento alentado de que haya dado ese paso. A medida que lleguen sus explicaciones, serán bien recibidas”.

Más rápido que McGwire fue Álex Rodríguez, quien admitió el uso de anabolizantes en cuanto se filtró en el año de 2009. Sabía que la mentira del dopaje lo es mucho menos en los deportes profesionales de Estados Unidos y no sólo se le valoró la sinceridad, sino que nadie lo recuerda ya. Y por supuesto, sin sanción alguna.

El cubano Rafael Palmeiro y el dominicano Manny Ramírez son los jugadores más prominentes que han sido castigados desde que las Grandes Ligas y el Sindicato de Jugadores se pusieron de acuerdo para implemente un programa de control de sustancias, en 2005.

Por su parte, el comisionado del béisbol de las Grandes Ligas, Bud Selig, que también recibió una llamada personal de McGwire para confirmarle la admisión del consumo de esteroides y pedirle perdón, consideró la actitud del ex pelotero como la correcta. “Estoy complacido de que Mark McGwire haya enfrentado su uso de substancias prohibidas como jugador. Ser honesto es siempre el camino correcto de acción. Esta declaración de arrepentimiento, creo, hará más fácil el reingreso de Mark al juego”, destacó.

Otros ídolos que se doparon

Roberto Heras

Uno de los ídolos del ciclismo español se desplomó en 2005, cuando luego de ganar el título de la vuelta ibérica dio positivo por EPO. Fue sancionado por dos años. Decidió entonces su retiro definitivo.

Diego Maradona

El astro argentino dio positivo de cocaína en 1991 cuando jugaba con el Nápoli. En 1994, en el Mundial de EE.UU., lo encontraron dopado de cinco sustancias: efedrina, norefedrina, seudoefedrina, norseudoefedrina y metaefedrina.

Marion Jones

La bella atleta estadounidense ganó tres medallas de oro y dos de bronce en los Olímpicos de Sidney 2000 bajo el consumo de sustancias prohibidas. En 2008 no sólo le quitaron las medallas, sino que fue detenida por seis meses.

Andre Agassi

El tenista estadounidense, ganador de ocho títulos de Grand Slam, confesó hace pocos meses que en 1997 consumió  metanfetamina cristal.

Por Juan José Fernández - Agencias / Especial de El País

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