:format(jpeg)/www.elespectador.comhttp://thumbor-prod-us-east-1.photo.aws.arc.pub/anL4LJxl-ZAUtmvdRRHaWb7HVP4=/arc-anglerfish-arc2-prod-elespectador/public/FRKX55TEY5G4TFDEGPHXTC3ZRQ.jpg)
En los últimos cuatro años la Liga Nacional ha sido dominada por dos equipos: Los Gigantes de San Francisco y los Cardenales de San Luis, novenas que además terminaron quedándose con los máximos honores en la Serie Mundial en 2010, 2011 y 2012.
Esta temporada no fue la excepción. Ambas franquicias superaron las dificultades en sus respectivas series divisionales para reeditar el enfrentamiento de la Serie por el Campeonato de la Liga Nacional de 2012.
Los Cardenales demostraron que son un equipo hecho para postemporada. En su enfrentamiento contra los Dodgers de Los Ángeles, la novena de San Luis estuvo implacable ofensivamente después de la séptima entrada, donde marcó la diferencia liderando 15 carreras a 4. El batazo oportuno fue la especialidad del equipo dirigido por Mike Matheny. Aunque fue uno de los tres peores equipos en campaña regular del viejo circuito en conectar extra bases, terminaron la Serie de División con 13, contra ocho de los Dodgers. Además sus relevistas fueron fundamentales para frenar la poderosa ofensiva de la novena de Los Ángeles, donde en 12 entradas contra el bullpen de San Luis batearon para promedio de .238 y anotaron cuatro carreras.
Pero los Gigantes no se quedaron atrás. La novena dirigida por Bruce Bochy aprovecharon los errores mentales de su rival para ganar una nueva serie en postemporada. Se valieron de su defensiva y de la solidez de sus lanzadores para maniatar la ofensiva de los Nacionales de Washington que apenas bateó para promedio de .164 con 39 ponchados. Sin duda el mejor jugador de la novena de la capital fue Bryce Harper, que conectó tres de los cuatro cuadrangulares de su equipo, sin embargo el corazón ofensivo de Washington fue totalmente dominado. A lo anterior se le suma que la defensiva del equipo de la Bahía respondió en momentos determinantes.
Cardenales, a repetir Serie Mundial
La novena de San Luis viene de pelear por el cetro de la Liga Nacional en los últimos tres años, no obstante su única derrota fue en 2012, precisamente contra los Gigantes, equipo que terminó quedándose con todos los honores en esa campaña. Pero para esta serie llega con una pequeña ventaja: su ofensiva se despertó en el momento crucial.
Los números obtenidos contra los Dodgers lo demuestran así. En el primer partido de la serie en Los Ángeles recortaron una desventaja de cinco carreras contra Clayton Kershaw, el mejor lanzador que tiene las Grandes Ligas actualmente, para salir por la puerta grande de un encuentro que marcaría el resto de los enfrentamientos a favor de los dirigidos por Mike Matheny.
El 10-9 en el Dodger Stadium fue fundamental. Allí los Cardenales le quitaron ventaja de localía al mejor equipo en 2014 del Este de la Liga Nacional y además quebraron la confianza del lanzador más importante de su rotación abridora. Aunque el segundo partido lo perdieron 3-2, lograron rehacerse rápidamente en San Luis donde un renovado John Lackey lanzó siete entradas para lograr su séptima victoria en postemporada. La puntilla la pusieron en el cuarto juego donde aprovecharon el despiste del manager Don Mattingly, quien dejó a Kershaw lanzar más allá de la sexta entrada con apenas tres días de descanso, algo que aprovechó la ofensiva del campeón de la división central del viejo circuito para anotar tres carreras que serían suficientes para ganar el partido y la serie.
Matt Carpenter, el eje de la ofensiva
De las 18 carreras que anotaron los Cardenales de San Luis, el tercera base impulsó siete, además conectó cuatro cuadrangulares y terminó la Serie Divisional con un promedio al bate de 375.
En el primer partido conectó un doble contra Clayton Kershaw en la séptima entrada que impulsó tres carreras y le dio la ventaja a la novena de Mike Matheny. En el segundo encuentro metió un cuadrangular de dos anotaciones que igualó el partido en la octava entrada. Mientras que en el tercero abrió el marcador con jonrón en la parte baja de la tercera.
Su bate fue clave para destrozar el pitcheo de los Dodgers, que solo hasta el cuarto partido logró blanquear a Carpenter (4-0), pero cuando esto sucedió apareció Matt Adams para conectar un palo de cuatro bases que impulsó las tres carreras con las que pusieron el marcador 3-2 para salir por la puerta grande.
Los Gigantes, tras a hegemonía de los años pares
Las temporadas 2010 y 2012 tuvieron cosas en común. Fueron las dos últimas campañas en la que los Gigantes clasificaron a postemporada y en ambas oportunidades se quedaron con los máximos honores en la Serie Mundial.
Precisamente cuando alzaron su último trofeo en el Clásico de Otoño, el equipo de la Bahía tuvo que enfrentar a los Cardenales en la Serie por el Campeonato de la Liga Nacional. Aunque mantienen una base ofensiva-defensiva donde destacan nombres como los de Buster Posey, Pablo Sandoval, Hunter Pence, Brandon Crawford y Brandon Belt. Nuevamente la fortaleza es el cuerpo de lanzadores.
Esa fue su clave en el partido por el comodín y en la Serie Divisional. Precisamente en esta última el pitcheo fue el encargado de maniatar a los Nacionales de Washington. En el primer encuentro de la serie el encargado de mantener a raya al equipo de la capital fue Jake Peavy, que en 5.2 entradas permitió dos imparables y ninguna carrera. El encuentro siguiente, fue un duelo de lanzadores que se definió en 18 entradas, donde ocho limitaron a los bates rivales a una carrera. En el tercer encuentro los campeones del Este de la Liga Nacional aprovecharon el último tercio para definir el encuentro a su favor. Mientras que en el último dos equivocaciones en la quinta y en la séptima entrada fueron el único daño que recibió el pitcheo de San Francisco.
Final de la Liga Nacional
La disputa por el título de la Liga Nacional, que comienza este sábado, será el cuarto enfrentamiento entre Cardenales de San Luis y Gigantes de San Francisco por el cetro del viejo circuito. Sin muchas diferencias en el accionar de uno y otro equipo, el 2014 para los dos fue muy parejo. La novena de la Bahía en los enfrentamientos directos ganó 4-3 pero los numeros señalan mucha igualdad que, por el momento, no permite presagiar ventaja amplia para ninguna de las dos novenas.
El trabajo de los lanzadores terminó con efectividad de 3.50 carreras limpias por juego; a la ofensiva, los Gigantes superan a los Cardenales, con 665 carreras anotada contra 619; y en juegos ganados y perdidos, San Luis tiene 90 victorias frente a 72 derrotas, mientras que San Francisco sumó 88 victorias y 74 reveses.
La disputa por la corona de la Nacional empezará a disputarse el sábado 11 de octubre, en el Busch Stadium, parque de los Cardenales, en donde se efectuarán los dos primeros compromisos. Luego la serie, pactada al mejor de siete encuentros, se trasladará el martes 14 de octubre, al estadio de San Francisco, después del día de descanso el lunes 13, en donde están programados los partidos tercero, cuarto y quinto, éste último, si es necesario desarrollarse. Y si la final se prolonga hasta los encuentros sexto y séptimo, se volverá a jugar en el parque de San Luis.
Para el inicio de la serie, Bruce Bochy saldrá con el zurdo Madison Bumgarner, sin definir aún el lanzador para el segundo encuentro. Mientras que la novena dirigida por Mike Matheny, abrirá la contienda con su estrella Adam Wainwright, y en el segundo, Lance Lynn.
En la serie, que será sin duda para alquilar balcón por la estrategia que utilizarán ambos managers, damos como favoritos a los Gigantes de San Francisco, que aunque no bateó contundentemente en la Serie Divisional, es una novena que sabe ganar en octubre. Con jugadores como Pablo Sandoval (MVP de la Serie Mundial de 2012), Buster Posey y Hunter Pence en la mira, los jugadores de bajo perfil como Brandon Crawford, Brandon Belt o incluso Gregor Blanco pueden hacer el daño a los Cardenales de San Luis.