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“Colombia es un equipo que juega con el corazón”, dijo el jardinero central de los Estados Unidos, Adam Jones, en la rueda de prensa después del encuentro del viernes. Así lo ha demostrado en las 19 entradas que ha jugado en este Clásico Mundial de Béisbol. Han dado hasta el último aliento por representar de la mejor manera al país y este sábado lograron lo impensado. Vencieron 4-1 a Canadá. Sí, un país con más historia beisbolísta que el nuestro, pero que hoy poco pudo hacer ante el pitcheo y la defensiva nacional. Fue el primer triunfo colombiano en este evento.
La clave, sin duda alguna, estuvo en sus lanzadores. Julio Teherán, Yohan Pino y Dayan Díaz contaron con una tarde magistral en la lomita. Maniataron en las nueve entradas a la ofensiva canadiense, que apenas logró conectar cinco imparables. Fue una exhibición de los tres derechos. Teherán, aunque inició con 20 lanzamientos, logró lanzar cinco entradas. Retiró a los últimos 13 bateadores que enfrentó a los que les recetó tres ponches. Su recta fue imbateable después de la segunda entrada y su cambio hizo que más de un bateador le abanicara la brisa. Mientras que Pino y Díaz se combinaron para lanzar las últimas cuatro entradas, permitiendo tres imparables y ponchando a cuatro.
Pero también cabe destacar la defensiva del seleccionado nacional. Hombres como Giovanny Urshela, Dónovan Solano, Reynaldo Rodríguez, Tito Polo, Jorge Alfaro, entre otros estuvieron brillantes con el guante. Cuando tuvieron la oportunidad evitaron que los jugadores canadienses tomaran bases adicionales y en otras ocasiones impidieron hits.
Nuevamente el ambiente en las tribunas del Marlins Park lo impusieron los colombianos. De los 17,209 fanáticos que asistieron, la mayoría cafeteros, con vuvuzelas y guacharacas le dieron ritmo a un estadio que inició con el recuerdo de la noche del viernes, y más aún por la carrera tempranera que anotó Canadá. Pero que, con el pasar de las entradas, fue aumentando en alegría sobre todo por la gran actuación de los hermanos Solano en la ofensiva.
Colombia, a pesar de que inició perdiendo el encuentro, supo reponerse. Estuvo notable tanto en ofensiva como en defensiva. Fue un equipo que siempre atacó, que siempre estuvo encima. Por lo menos así lo destacó Ernie Whitt, manager de Canadá, en rueda de prensa, "es una selección que pone todo su corazón en el terreno de juego, va adelante sin importar adversidades, ni limitaciones". Los dirigidos por Luis Felipe Urueta han dejado los ojos abiertos de muchos conocedores de béisbol. Su presentación es notable.
Este sábado los héroes ofensivos fueron los hermanos Solano. Jhonatan y Dónovan se combinaron para batear .500, impulsaron tres carreras y anotaron dos. Los dos tuvieron que ver en las cuatro carreras que anotó el combinado nacional. Así las cosas, Colombia queda con marca de una victoria y una derrota. Aún no define su clasificación al próximo Clásico Mundial de Béisbol. Debe quedar tercera en el grupo para que así sea.
Este domingo, a partir de las 11:30 a.m. enfrentarán a República Dominicana. Partido que cierra la participación del cuadro nacional en la fase de grupos del Clásico Mundial de Béisbol. El lanzador ganador del día fue Julio Teherán, mientras que Ryan Kellog fue el perdedor.