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En una vía estrecha, en mal estado, el pelotón del Giro de Italia descendió de Miragolo San Salvatore, premio de segunda categoría, de la etapa entre Valdengo y Bergamo. La bajada, como la subida, puede marcar diferencia sobretodo si no se sabe coger bien una curva. (Vea el especial del Giro del Centanario)
Precisamente en ese descenso, Nairo Quintana sufrió una caída. El pedalista colombiano, que se encontraba junto al lote del líder Tom Dumoulin, no logró posicionarse bien y se fue al suelo. Su cuerpo se encontró con el pavimento, pero sin sufrir mayores complicaciones.
Quintana se levantó sin inconvenientes, se limpió el polvo, cambió de cicla con un compañero y siguió rondando. Adelante, Tom Dumoulin, se puso al frente del pelotón y no apretó el paso sino por el contrario lo redujo, no tomó ventaja del infortunio que vivió el colombiano, quien después nuevamente tuvo que cambiar de bicicleta por una que se le ajustara.
No se sacaron ventajas, Nairo Quintana volvió a conectar con el pelotón en la subida al Selvino -premio de tercera categoría-. No es el primer inconveniente que sufre el líder del Movistar en esta competencia. El martes en la contrarreloj individual, el colombiano salvó el Giro con una maniobra notable: en una curva saltó un separador para evitar caerse.
Pero no fue la única caída que se vivió en estos descensos. Bajando del Selvino Davide Formolo y Kenny Elisonde también se fueron al suelo. Ambos pedalistas no se ubicaron bien para tomar una curva y terminaron cayendose, sin sufrir mayores complicaciones.
A falta de 10 kilómetros, Tanel Kangert sufrió tal vez la caída más fuerte de esta etapa. El pedalista del Astana se estrelló de frente con un separador y salió volando de su bicicleta.