Chaves, asombrosa recuperación

En una etapa vibrante el colombiano guapeó para defender su opción.

Rafael Mendoza. Especial para El Espectador.
24 de mayo de 2016 - 03:42 p. m.
Esteban Chaves se mantiene en la segunda posición en Giro. Foto: AFP
Esteban Chaves se mantiene en la segunda posición en Giro. Foto: AFP

El de este martes, justamente cuando los favoritos del Giro se trenzaron en mil batallas, en un corto pero difícil recorrido, fue un día de crisis para el bogotano Esteban Chaves, en el que logró salir avante, aunque dejando algunos pelos en la talanquera.

Casi siempre que se pasa un día de descanso en una gran vuelta pasa algo inexplicable, que hay alguno de los favoritos que se hunde, por lo general con un resultado desastroso del que no puede recuperarse. Y Esteban Chaves se vio en dificultades cuando se comenzó a subir el primer puerto ya que apenas podía seguir el paso de un pelotón que aún era muy numeroso. Adelante el equipo Movistar, el ruso Zakarin y el líder se dieron cuenta de que por ninguna parte se veía al colombiano y apretaron la marcha para cortarlo del grupo de avanzada y en la cima del Passo della Mendolla ya lo habían dejado a de 40 segundos. Tenían todo a su favor para destrozar al menudo corredor latinoamericano.

En el largo descenso y en un terreno de sube y baja que siguió, hasta la iniciación del segundo premio de montaña, el Orica, con dos de sus gregarios, Rubén Plaza Y Amets Txurruka debió sacrificarse al máximo, vaciarse hasta el fondo para mantener la diferencia con el grupo de los duros y para permitir la recuperación del colombiano que poco a poco se iba sintiendo mejor. Nadie les dio una ayuda y realmente fue una lucha de titanes pues tras un tira y encoge en el que la diferencia se aumentaba y se encogía, entre los 20 y los 48 segundos, salvaron la opción de su líder pues a pesar del ritmo endemoniado del grupo delantero, que iba desbocado, consiguieron dejarlo a 40 segundos al iniciarse la segunda escalada del día. Lo que consiga Chaves al final de esta semana final se lo deberá en buena parte al admirable trabajo de sus dos compañeros.

Y un ascenso corto pero difícil que se presentó en la parte final, que acabó de hacer trizas las ilusiones de Rigoberto Urán, se vio la clase del segundo de la general porque delante de él se atacaba y se contraatacaba y por ello se hacía más difícil la persecución. El mejor partido lo iban a sacar Alejandro Valverde, el ruso Zakarin y el líder Kriujswijk que se iban a marchar en cabeza mientras que Chaves le llegaba al segundo grupo. Tras tomar unos segundos de respiro debió ponerse de nuevo en la persecución porque, mientras que se hundía el italiano Vicenzo Nibali, sus compañeros ya estaban reventados así que debió batallar como los buenos al frente del grupo que perseguía, que no le colaboró en ningún momento y que aprovechó su desgaste para atacarlo en la meta.

Gracias al trabajo de su equipo y a su coraje en los 30 kilómetros finales Chaves “salvó los muebles” y conservó el segundo lugar en la clasificación general, ahora a tres minutos del holandés que hasta el momento se ha visto muy superior a sus rivales. Todo haría pensar que Kriujswijk tiene el título en el bolsillo pero aún quedan dos etapas más complicadas que la de este martes, aún Valverde persiste en su empeño de conseguir la victoria final y todavía está cerca el Astana que querrá dejar la impresión de que batalló hasta el final. Y en ese remolino de emociones que se viene hay terreno para los hundimientos y para las epopeyas.

Por Rafael Mendoza. Especial para El Espectador.

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