Fernando Gaviria, un escarabajo evolucionado

El antioqueño de 22 años se impuso en la tercera etapa del Giro de Italia y no sólo se vistió de rosa sino se convirtió en líder de la clasificación de los jóvenes.

Redacción Deportes - @DeportesEE
08 de mayo de 2017 - 02:56 a. m.
Fernando Gaviria subió ayer tres veces al podio. Primero como ganador de la etapa, luego a recibir la magia rosa y luego a vestirse de blanco por ser el mejor sub-23. / AFP
Fernando Gaviria subió ayer tres veces al podio. Primero como ganador de la etapa, luego a recibir la magia rosa y luego a vestirse de blanco por ser el mejor sub-23. / AFP
Foto: AFP - LUK BENIES

Históricamente los ciclistas colombianos han sido los llamados a pelear en la montaña. Desde pequeños están acostumbrados a rodar por las carreteras del país, que son quebradas, con duros ascensos y en las que además se cuenta con condiciones especiales de altura, que hacen que los cuerpos comiencen a desarrollar más glóbulos rojos y eso permita un rendimiento superior en condiciones extremas. De ahí los escarabajos: Lucho Herrera, Fabio Parra, Santiago Botero, Mauricio Soler, Rigoberto Urán, Esteban Chaves, Sergio Luis Henao, Nairo Quintana, entre otros, que son muestra de esto. Sin embargo, nunca antes, en la rica historia del ciclismo nacional se había tenido a un pedalista de las condiciones de Fernando Gaviria. Embaladores, muchos, pero de la categoría de Gaviria, ninguno. Leonardo Duque, por ejemplo, en Colombia era de los más fuertes definiendo etapas, pero cuando fue al equipo Cofidis de Francia, disputaba embalajes, mas no con una figuración como lo está haciendo este antioqueño de 22 años. (Vea aquí el especial del Giro de Italia 2017 de El Espectador)

Gaviria llegó al centenario del Giro de Italia con la presión de ser uno de los llamados a pelear por etapas. Aunque en su equipo, el Quickstep Floors, le dieron la confianza y le avisaron que disfrutara su primera experiencia en una grande, él mismo se propuso ganar de entrada e incluso les dijo a sus padres que haría todo por lo menos por un triunfo de etapa. Y esa presión lo llegó a afectar. En las dos primeras jornadas de este Giro de Italia, en las que el ganador se definió al embalaje, sus piernas no les respondieron como él quiso. Pero la tercera fue la vencida y gracias al extraordinario trabajo de su equipo, ganó sin problemas en los últimos metros de la etapa tres, que recorrió 148 kilómetros entre Tartolí y Cagliari.  (No se pierda: Tribuna Deportiva: Fernando Gaviria, cuarto colombiano en vestirse de rosa en el Giro)

Y para fortuna de Gaviria y del ciclismo colombiano en general, no sólo se quedó con el triunfo de etapa –el 22 en la ronda itálica para Colombia–, sino que ascendió al primer lugar de la clasificación general y la de los jóvenes. Es decir, que subió tres veces al podio: primero por la etapa, luego por la camiseta rosada y finalmente por la blanca que lo identifica como el mejor de los sub-23. “Este es mi sueño de niño y mi sueño de grande. He querido esta camiseta rosada desde siempre. Me sacrifiqué mucho en casa, me cuidé con la comida y con muchas cosas, pero la verdad, en algún momento llegué a pensar que todos esos sacrificios no habían servido de nada, porque en los primeros días no sentía bien mis piernas. Las dos primeras etapas fueron malas (a pesar de que el sábado fue cuarto), pero ahora veo esto y estoy muy feliz. Ha sido un día perfecto y lo vamos a disfrutar al máximo”, destacó un emocionado Fernando Gaviria, quien está siendo acompañado en territorio italiano por sus padres María del Carmen y Hernando, así como por su hermana Juliana y su cuñado Fabián Puerta.

“Gracias a ellos, hoy estoy acá y soy parte de uno de los mejores equipos del mundo. Les quería regalar algo en este Giro y se van a llevar una camisa rosa y otra blanca para la casa, en Antioquia. Siempre pienso en hacer algo bueno por Colombia, por mi familia, por mi equipo y por mí”, comentó Fernando, quien durante toda la ceremonia de premiación no perdió la sonrisa y si lloró fue de la emoción. “Esta camiseta es incluso más importante para mí que las que he obtenido como campeón mundial de pista. Es una sensación única y un día que jamás voy a olvidar”, recalcó. Eso sí, fue muy sincero en reconocer que “disfrutaré el día de descanso y la etapa del martes con la camiseta rosada, ese día ya la cederé”, dijo haciendo referencia a que en la etapa de este martes habrá alta montaña, terreno en el que no está llamado a luchar. Eso sí, no descartó obtener más triunfos de etapa en lo que resta de este Giro. Aún faltan cuatro jornadas hechas para embaladores como él.

Fernando Gaviria se convirtió en el cuarto colombiano en vestirse de rosa en el Giro de Italia. En 2014 lo hicieron Rigoberto Urán y Nairo Quintana, quien terminó siendo el campeón. El año pasado el que tuvo este honor fue el bogotano Esteban Chaves, quien la portó por varios días, pero en la última jornada la perdió con el italiano Vincenzo Nibali. Vale la pena destacar que Gaviria es el único de ellos que no es escalador, algo nunca antes visto en la historia del ciclismo nacional. Y tal como lo destacó este diario en una nota previa al inicio del centenario Giro de Italia, “no es arriesgado decir que Fernando será en el futuro el colombiano con más victorias de etapas en las grandes vueltas, pues nunca antes el país había tenido a un embalador con sus condiciones. Aunque los velocistas por lo general no son los que disputan la camiseta de los líderes, sí son los que históricamente más jornadas ganan”.

El ciclismo es un deporte individual en el que para ganar siempre se necesita ser colectivo. Cada triunfo, por más poderoso que sea un ciclista, depende de la labor de los actores de reparto, que son reconocidos como gregarios. Pero el que termina llevándose los créditos es el protagonista o llamado a ser líder en determinada carrera o etapa. Aunque Fernando Gaviria no es el capo del Quickstep Floors, sí es el indicado para ganar las etapas planas. Y como él mismo lo reconoció, “el triunfo no hubiese sido posible sin la ayuda del equipo. Hicieron todo perfecto”.

A falta de 10 kilómetros para la meta, los pedalistas de la escuadra belga aprovecharon un descuido del pelotón y a pesar de los fuertes vientos que había, decidieron atacar y buscar descontarle tiempo al alemán Andre Greipel, quien en ese momento sufría con los problemas mecánicos de su bicicleta. Aumentaron el ritmo y prácticamente hicieron una contrarreloj por equipo, haciendo rotaciones y figuras especiales que les permitieran hacerles frente a los vientos. “En algún momento llegamos a dudar y pensamos que no nos iba a alcanzar la ventaja hasta la meta, pero nunca desistimos y todo fue felicidad al final”, reconoció el argentino Maxi Richiese, compañero de equipo de Gaviria y quien fue clave en los últimos metros al servirle de lanzador al colombiano.

Terreno para Nairo

Así como en las primeras jornadas las etapas estaban dadas para que Fernando Gaviria fuera protagonista, por sus condiciones de embalador, mañana, en la cuarta fracción, se espera que Nairo Quintana pueda comenzar a figurar en el centenario del Giro de Italia. Serán 181 kilómetros entre Cefalú y Etna, con dos puertos de montaña, uno de tercera y otro de primera categoría, justo en el que se definirá la etapa. Tras las tres primeras jornadas, Nairo se ubica en la casilla 17 de la clasificación general, a 23 segundos de la maglia rosa. Su máximo rival en esta carrera, el italiano Vincenzo Nibali, también tiene el mismo tiempo del boyacense. Así que este martes se espera el primer mano a mano entre ambos corredores. Hoy será etapa de descanso, en la que el pelotón aprovechará para viajar desde la isla de Cerdeña a Sicilia, en donde continuarán la emociones del centenario del Giro.

Por Redacción Deportes - @DeportesEE

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