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El Tour de Francia, que hasta el momento no ha tenido un instante de reposo y que desde su primera jornada ha sido un torbellino que ha dejado tendidas en el camino sus primeras víctimas, tendrá este miércoles un capítulo diferente, quizás mucho más emotivo, con una llegada en ascenso que se ha anunciado con clarines de violentas cargas de caballería.
En una jornada de 160 kilómetros, que en sus últimos 58 será un incesante subir y bajar pero que se definirá en los últimos seis, en una pared con un desnivel del ocho por ciento, que llega a La Planche des Belles Filles, situada a 1.035 metros sobre el nivel del mar, el actual campeón de la carrera, el británico Chris Froome se va a Jugar entero en su empeño de sacar tiempo a sus rivales en la clasificación general, pero en forma especial a Nairo Quintana al que ha venido observando con cuidado para convencerse de que será el que mayores problemas le puede causar.
El líder del equipo Sky sabe que en la primera jornada de montaña tiene la mejor oportunidad para conseguir distanciar a sus rivales. Eso lo ha comprobado en los tres años en los que ha ganado la carrera ya que entiende que los escaladores se resienten en las etapas llanas de los primeros días por el uso de duras multiplicaciones y no suben con la misma facilidad, pero en esta ocasión su motivación es superior pues piensa que este ascenso es el que mejor se acomoda a sus condiciones, como lo dijo desde el primer día, advirtiendo que ya sabe lo que es ganar en esta cumbre.
Froome conoce, por la experiencia en dos de los tres Tours en los que ha enfrentado a Nairo, que debe sacar el mayor tiempo posible en la primera semana ya que con el paso de los días el colombiano va subiendo mejor mientras que él tiene entonces que depender mucho más del trabajo de su equipo para poder mantenerse a su rueda. Aunque piensa que el desgaste del Giro de Italia le puede pasar factura al escalador boyacense muy seguramente quiere “curarse en salud” alejándolo todo lo que pueda y ésta es su mejor oportunidad.
Si el británico ha anunciado su estrategia así mismo el colombiano sabe bien lo que tiene que hacer y por ello muy seguramente no va a ir al ataque sino que tratará simplemente de mantenerse a la rueda de su rival. En repetidas ocasiones ha dicho que su objetivo es no perder tiempo en esta primera semana. Ni a él ni a sus técnicos seguramente les ha pasado por la cabeza el tomarle tiempo, como para vestirse de amarillo, ya que es demasiado temprano para que el Movistar se eche encima el peso de la carrera, mucho más después del abandono de Valverde y cuando se ha visto que todavía hay demasiados intereses y el control se hace más complicado.
Por lo que se ha visto hasta ahora lo más seguro es el duelo de los dos grandes aspirantes al título ya que Richie Porte y Alberto Contador, que llegaron a la carrera con aspiraciones de victoria final, dejaron ver en el corto pero complicado final de la tercera etapa que no están en la forma que ellos esperaban ya que se lanzaron en la búsqueda del triunfo pero flaquearon en la mitad de la corta cuesta. El español también sabe que en este primer día de final en ascenso vendrá el ataque del Sky y tratará de no ser sorprendido pues lo que ocurra en esta fracción seguramente marcará el rumbo de lo que pueda pasar a final de semana en el monte Jura, cuando se encontrarán subidas de mayor envergadura.
La gran batalla del Tour de este año comienza este miércoles con una etapa que será vibrante en todo su recorrido pues en los cien kilómetros iniciales no faltarán los intentos de fuga de corredores de segunda página pero será difícil que los equipos interesados en sacar ventaja de los ascensos les den muchas largas pues también van a pensar en las bonificaciones que pueden definir la clasificación final.