Van Avermaet culminó una larga escapada, de cerca de 200 kilómetros, en esta primera jornada de media montaña del Tour. Entre los favoritos, el español Alberto Contador volvió a ceder una treintena de segundos respecto al resto de aspirantes, demostrando que aún no se ha recuperado de los daños sufridos en sus caídas en el primer tramo del Tour.
“Es mejor de lo que esperaba, no perdí demasiado tiempo”, estimó el dos veces ganador del Tour (2007, 2009). “Sabía que Movistar (el equipo del colombiano Nairo Quintana) iba a endurecer la carrera, estaba preparado para eso. Intentaré recuperar en los Pirineos”.
Nairo arribó en el puesto 15 de la etapa, a 5:07 minutos del ganador, junto con el gran lote, donde también estaba el británico Christopher Froome, su máximo rival en el camino hacia el título del Tour. En la clasificación general, el líder del equipo Movistar se mantiene séptimo, a 05:17 minutos del nuevo líder Greg Van Avermaet. Fromme es cuarto, con el mismo tiempo.
El ciclista boyacense describió la jornada como muy peligrosa, aunque reconoció que él y su equipo la libraron bastante bien, como viene siendo lo normal en este inicio de Tour. “Esperamos que la etapa de mañana sea buena para nosotros, tiene un recorrido que se adecúa a nuestras características. La quinta fracción fue un poco complicada, pero siempre con la esperanza de que vamos a estar bien y de que tenemos un buen equipo”.
Nairo Quintana reiteró que “fue un día difícil, una montaña diferente a la habitual, con puertos muy cortos pero potentes. Hemos medido bien las fuerzas y llegamos junto a los favoritos, que es lo importante”.
Entre tanto, Froome aseguró que los grandes días para la clasificación están por llegar y que prefiere ganar el tiempo en las montañas y no porque los rivales estén sufriendo una lesión, en alusión a Contador: “Nuestro interés era estar delante para evitar problemas. Hoy ha sido una etapa selectiva, pero tampoco ha sido un gran enfrentamiento”.
Tras la primera etapa de media montaña en el Macizo Central y en vísperas de la llegada de los Pirineos, el pelotón vivirá este jueves un reposo con una fracción accidentada pero que parece prometida a los sprinters. Los 190,5 kilómetros que separan Arpajon-sur-Cère y Montauban tienen dos puertos de tercera categoría y uno de cuarta, pero los últimos 40 kilómetros son totalmente llanos.