Para Héctor Leonardo Páez León, ningún lugar en el mundo se puede comparar con la vereda El Espinal del municipio de Ciénega en Boyacá, donde nació hace 32 años. Ni siquiera Missaglia, el tranquilo pueblo cercano a Milán, en el norte de Italia, donde reside desde hace algunos años cuando firmó con el equipo Bianchi de ese país.
De la mente de Páez no podrán borrarse las jornadas de ordeño y de trabajo en el campo junto a los cultivos de papa o fríjol que se acompañaban con una aguadepanela y que, según él, resultaba ser el antídoto más afectivo contra el frío que calaba los huesos.
Fue allí, por las trochas y caminos de su natal Ciénega, donde este boyacense empezó a forjar su exitosa carrera en el ciclomontañismo, una práctica que conoció a los 16 años, cuando se compró una bicicleta con parte de su sueldo, para divertirse durante el tiempo libre que tenía. La geografía del lugar y el aprecio que le fue cogiendo a su “caballito todoterreno” lo hicieron un practicante aventajado en este deporte.
Con el paso de los años, y a pesar de que también quiso practicar ciclismo en ruta, pues las pruebas de fondo se le daban muy bien, empezó a ganar campeonatos regionales, nacionales y panamericanos; incluso llegó a las copas mundiales y allí también triunfo. Páez demostró que tenía las condiciones necesarias para estar entre los mejores ciclomontañistas del mundo.
Con 26 años participó en los Juegos Olímpicos de Pekín y cumplió uno de los mayores sueños de cualquier deportista. Cuatro años después repitió la cita olímpica y acudió a Londres como representante colombiano. Sin embargo, los resultados no fueron los planeados y por eso espera que, si logra llegar a Río 2016, esa sea su oportunidad de revancha. “Las lecciones ya las aprendí. Debo manejar los nervios, cuidar la salud y mejorar en la salida si quiero destacarme en unos Olímpicos”, asegura Páez.
Una plata que vale oro
El pasado 29 de marzo este ciciclomontañista se adjudicó la medalla de plata en la prueba élite del campeonato panamericano de la modalidad, que se disputó en Cota, Cundinamarca. Gracias al segundo puesto del boyacense, la selección de Colombia obtuvo un cupo abierto a los próximos Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.
Páez, que se mostró feliz con el logro, afirmó: “Quedé muy contento con la actuación realizada, y aunque no estoy de acuerdo con que sea un cupo abierto, pues yo gané la oportunidad de ir a Río y por ende el derecho debería ser mío, así son las reglas y están para cumplirse. Siempre me ha tocado luchar para demostrar que soy el mejor, y así lo haré esta vez”.
El corredor, que se ubica en el puesto 100 del escalafón mundial de ciclomontañistas, agregó que sus principales rivales en el camino hacia Río son sus compañeros de selección y eso hace que el nivel de este deporte en el país sea alto. “Veo fuertes a Fabio Castañeda, Diego Arias, Jhonatan Botero y Luis Anderson Mejía. Para ganarles debo sumar puntos en varias carreras y sería ideal entrar al top 50 del mundo. Ir a mis terceros Olímpicos consecutivos es un sueño que está más vivo que nunca”.