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Martha Bayona: de tenerle miedo a la bicicleta a ser la reina de la velocidad

La pistera santandereana fue una de las homenajeadas en la edición 2023 del Deportista del Año de El Espectador y Movistar.

Hugo Santiago Caro
17 de diciembre de 2023 - 12:00 a. m.
La ciclista santandereana Martha Bayona. / Nelson Sierra G.
La ciclista santandereana Martha Bayona. / Nelson Sierra G.
Foto: Nelson Sierra Gutiérrez

El pasado lunes este diario escogió como segunda mejor deportista de 2023 a Martha Bayona, la subcampeona del keirin en el Mundial de Ciclismo de Pista de Glasgow (Escocia) y múltiple medallista en la historia colombiana dentro del velódromo. Martha es parte de la generación que tomó el relevo de Juliana Gaviria y Fabián Puerta, la misma que continuó el legado que ha venido llevando durante los últimos 23 años el técnico John Jaime González al frente de la selección de Colombia en la pista.

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Sin embargo, antes de enfilarse como una de las mejores pedalistas con las que ha contado González, antes de las más de 40 medallas que tiene en su palmarés, hubo un período en el que la ciclista bumanguesa estuvo cerca de hacerle el quite para siempre a la bicicleta.

Fueron entre dos o tres años en los que no quiso saber del deporte, pues el velódromo de Bucaramanga, el Alfonso Flórez, la vio darse un golpe monumental contra el pavimento cuando apenas tenía como 15 años. Ahí fue clave el apoyo de su familia y en gran parte la insistencia de su papá, Pedro Bayona, quien la convenció desde muy pequeña para que se probara encima de la bicicleta.

“Él fue ciclista hace mucho tiempo, no profesional, pero sí hizo muchas clásicas y festivales. Hacía carreras en grupo con los amigos, sobre todo soñaba con una Vuelta al Futuro, incluso él me dijo: ‘Mi sueño es que me regale una Vuelta al Futuro y ya, si quiere, se puede salir’”, afirma Martha.

Entonces lo hizo, superó el miedo del primer gran golpe que se dio y se montó en la bicicleta otra vez. Allí estaban don Pedro y su mamá, Martha Pineda. Primero fue en la ruta, pero pronto se dio cuenta de que la velocidad y devorarse las curvas de un velódromo eran lo suyo.

“Fui campeona de Vueltas del Futuro, siempre ganaba las metas volantes. Entonces ya iba viendo que iba por ese lado de la velocidad. Se supone que los que hacen una Vuelta y los embaladores son muy diferentes a los otros corredores que se dedican a una etapa. A mí cada vez más me gustaba el tema de la velocidad, de los piques. Después entré a la pista y decidí hacer la velocidad, hice incluso fondo, pero no, no era igual”, afirma.

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De la niña que no supo manejar bien una bicicleta de pista dentro del velódromo cada vez quedaba menos y ahora estaba una mujer que amaba enfrascarse en la velocidad. No le daba miedo salir a buscar ser la más rápida y tampoco le dio miedo salir de su casa, en Bucaramanga, para mudarse a Medellín y ser la mejor.

Allí tiene un papel clave John Jaime González, quien además fue escogido en la ceremonia del Deportista del Año como mejor entrenador de 2023. El técnico fue quien la vio cuando comenzó a destacarse en los campeonatos juveniles y fue quien convenció a sus padres para que la dejaran mudarse a la capital antioqueña para seguirse puliendo sobre la bicicleta.

Tan crucial ha sido González en su vida y en su carrera, que su foto de perfil en Whatsapp es antes de empezar un embalaje siendo empujada por el técnico, quien probablemente le gritaba alguna arenga antes de salir a pedalear.

“Para mis papás fue duro, porque no era mayor de edad todavía. Dejarme ir así, para otro lado, para otro departamento donde no teníamos familia, fue duro. Ellos les brindaron esa confianza al profe John Jaime, y creo que esa fue la mejor decisión. Siempre digo que si mis papás se niegan, estaría allá en Bucaramanga todavía”, cuenta.

En Medellín no solamente encontró la mentoría de González, sino también a una de las mejores compañeras que ha tenido en el velódromo, la antioqueña Juliana Gaviria. Con ella, cuenta, se comenzó a destacar ganando un bronce en una Copa Mundo en Cali, y fue quien la recibió cuando dejó Bucaramanga.

Ya en la capital de la montaña, por su cuenta, los entrenamientos comenzaron a volverse más profesionales y su carrera despegó a base de sacrificios. En especial el estar lejos de sus hermanas y sus padres. “No tengo ningún familiar. Lo más difícil es esa decisión de estar acá, de incluso ir a una competencia o ganar plata en un Mundial y no poder llegar a disfrutarlo en Bucaramanga con mi familia, sino ellos tener que viajar a Medellín y disfrutarlo acá conmigo”, comenta.

Sin embargo, aunque no estén con ella en Medellín o en los escenarios que la han visto brillar, sea Glasgow o Santiago, ciudades en las que se destacó en 2023, en los Mundiales y en los Panamericanos, la familia de Martha está pendiente de sus carreras. Siempre que se baja de la bicicleta sabe que allá en Santander está toda su gente reunida, pegada al televisor y esperando cómo resulta la prueba.

Sabe que siempre va a recibir los videos de la celebración familiar, que cuando se cuelgue una medalla ahí va a estar don Pedro, su papá, como en las primeras Vueltas al Futuro, celebrando por su hija. “Cuando los llamo, siempre lloran de la felicidad. Tienen sus videos prendiendo pólvora, a mi papá le encanta y siempre esa es su celebración en la finca”, afirma.

Ante la pregunta de si cree que es una de las mejores pedalistas de la historia del ciclismo colombiano, responde sin vacilar: “Pienso que con los títulos que he logrado hasta el día de hoy estoy muy orgullosa de mí. Me merezco cada cosa que he hecho, por todo el esfuerzo diario y obviamente vivo también agradecida con mi entrenador, es quien me lleva a lo más alto y sigo siempre soñando, porque pienso que aún tengo camino por recorrer y muchos sueños por alcanzar”.

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Hoy en día Martha lo ha ganado casi todo. En competencias del ciclo olímpico o en las que organiza la UCI, ha dominado cuanto velódromo ha tenido por delante. Aunque aún le queda una tarea pendiente, los Olímpicos. Y a término más inmediato, París 2024. Será la pista del velódromo Jacques Anquetil, en la capital francesa, en el que salga a ganar eso que le falta. Tiene más de 40 medallas en diferentes competencias, pero el oro olímpico tiene una sensación diferente y va por él.

De la medalla olímpica, dice que no solo ella se la merece, sino también Colombia. Ese objetivo y vestirse de arcoíris como campeona del mundo es lo que está en su panorama. Ya estuvo cerca ganando plata en 2023 y 2017, y muy seguramente volverá para intentarlo.

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Hugo Santiago Caro

Por Hugo Santiago Caro

Periodista y productor radial javeriano. Ganador del Premio Nacional de Periodismo del CPB 2021 a mejor tesis de grado. Ha escrito para El Tiempo y Bacánika. @HugoCaroJhcaro@elespectador.com

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Hannibal(11732)22 de diciembre de 2023 - 11:44 a. m.
Tiene todas las condiciones físicas, tiene mentalidad y motivación personales y tiene el mejor entrenador en Colombia: la esperan los juegos olímpicos y la medalla de oro bien merecida.
Gustavo(14727)17 de diciembre de 2023 - 12:37 p. m.
Excelente la labor de estos muchachos, pero estoy seguro que la gran mayoría de los colombianos no sabe quienes son y muy poco saben que es el keirin. En los deportes altamente competitivos y mas practicados a nivel mundial, por ejemplo atletismo, natación, ciclismo tradicional, no tuvimos nada que resaltar este año .
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