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Todo se alió contra Chaves

Rigoberto Urán le dio el golpe definitivo a la ilusión colombiana

Rafael Mendoza. Especial para El Espectador
28 de mayo de 2016 - 06:55 p. m.
El italiano Vicenzo Nibali, adelante del colombiano Esteban Chaves en la penúltima etapa del Giro de Italia. / EFE
El italiano Vicenzo Nibali, adelante del colombiano Esteban Chaves en la penúltima etapa del Giro de Italia. / EFE

La sabiduría que dan los años, la fortaleza que da el llegar a la edad madura y la inexperiencia de Esteban Chaves permitieron que el italiano Vincenzo Nibali se encaramara ayer al primer lugar del Giro de Italia, y que se adueñara del título, en una etapa que se definió emotivamente en sus últimos 20 kilómetros.

Múltiples factores se unieron ayer para que Esteban Chaves perdiera la maglia rosa. En primer lugar la falta de equipo pues ayer se vio claramente la superioridad del conjunto kazajo sobre el Orica australiano. Los azules del Astana repartieron bien sus fichas para aprovechar al máximo los kilómetros finales en los que tenían planeado su ataque y el plan les funcionó a la perfección. El colombiano trató de responderles cuando quedó solo y lo dio todo en la búsqueda del título. Sabía que no estaba en su mejor momento por la gripa que traía desde hace algunos días y cometió un error ya que quiso guapear cuando fue atacado por Nibali pegándose a su rueda en sus dos primeros arrancones y ese esfuerzo le “cortó” las piernas mientras que se alejaba su gran rival.

El bogotano trató de regular el paso para recuperar fuerzas y pronto le llegaron quienes se mantuvieron en el grupo secundario cuando atacó Nibali. Y muy pronto fue alcanzado por Urán que con Valverde recuperaba segundos frente al italiano. Todos pensamos que podía ser la salvación para Chaves pero el antioqueño se puso al frente por unos segundos para irseluego con el español, sin mirar ni una vez atrás y sin colaborarle a su compatriota como lo había prometido el viernes. En vez de darle una mano, como todos lo esperábamos le propinó el último golpe ya que lo acabó moralmente pues el bogotano debió sentir un golpe definitivo a su ilusión al ver que se alejaba la última tabla que podría salvarle el título.

Hay que decir que por ser de equipos diferentes Urán no tenía la obligación de ayudarle. Pero qué iba a perder si regulaba el paso para permitir la recuperación de su compatriota? ¿Acaso tratar de conseguir mejorar un puesto en la clasificación justificaba su acción? Ser sexto, o séptimo u octavo es casi lo mismo. Lo único que vale es ganar o al menos estar en el podio. Acaso no recordó que dos años atrás Nairo Quintana, que tampoco era de su equipo, le salvó el subtítulo en la etapa final de montaña al llevarlo con sabiduría, pegado a su rueda, hasta el último puerto. Nunca pudo ni podrá ganar el Giro porque su mejor época ya pasó pero con un accionar como el de ayer, que reprocharon los aficionados colombianos y en especial quienes saben de ciclismo quizás le puso fin a su carrera de segundón. Hay que reconocerle su medalla de plata olímpica y sus dos subtítulos en la prueba italiana pero nunca ganó nada grande…

Un Atapuma inmenso

Aunque estamos dolidos por lo ocurrido así mismo tenemos que alegrarnos por este segundo lugar de Chaves que lo mete entre las figuras del momento, entre los corredores que van a brillar en la segunda parte de una década que se anuncia venturosa para el ciclismo nacional porque están llegando a su edad ideal tanto Esteban como Nairo Quintana y detrás de ellos hay un muchacho de 22 años que tiene una clase y un futuro impresionante, Miguel Angel López, un boyacense de Pesca, con una cara muy parecida a la de José patrocinio Jiménez, que tiene especiales dotes como escalador y que seguramente en corto tiempo llegará a los primeros planos del ciclismo mundial, tal vez como el hombre que remplazará a Vincenzo Nibali en el Astana, que lo firmó desde comienzos del 2.014.

Y hoy hay que hablar del excepcional Giro de Darwin Atapuma, el corredor nariñense que ayer fue segundo en la etapa, quien termina en la novena casilla de la general tras ser protagonista de casi todas las etapas, pues como si fuera su obligación se metía en cuanta escapada tuvo éxito. Es muy posible que haya sido el ciclista que más se desgastó en la carrera buscando una victoria de etapa que desafortunadamente no se le dio. Aunque Richie Porte aparece como el cappo del equipo el colombiano ha mostrado que tiene condiciones para figurar como líder. Si su director deportivo lo hubiera llevado en mejor forma y no hubiera “loqueado” tanto fácilmente habría estado entre los tres del podio.

Por Rafael Mendoza. Especial para El Espectador

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