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El italiano Marco Canola, del equipo Bardiani, se impuso el pasado viernes en la decimotercera etapa del Giro de Italia, con final en Rivarolo Canavese, en la que el colombiano Rigoberto Urán, del Omega Pharma, conservó el liderato.
Canola se impuso en el embalaje sobre el venezolano Jackson Rodríguez y el francés Angelo Tulik, supervivientes de una escapada de seis pedalistas que se formó al principio de la etapa. “Espero que sea la primera de muchas. No me sentía muy bien, tenía la impresión de pagar la fatiga después de todos estos días. De hecho terminé agotado, en búsqueda de oxígeno en la meta. Conocía el recorrido y sabía que la escapada podía triunfar, la perseverancia ha dado sus frutos”, afirmó el veneciano, que participa en su segunda ronda italiana.
El francés Nacer Bouhanni, que ostenta la camiseta roja de la clasificación por puntos, fue el primero del pelotón en cruzar la línea de llegada, pocos segundos después de que lo hicieran Canola y sus compañeros.
Urán, ganador de la contrarreloj del jueves, afrontará ahora las etapas de montaña del fin de semana con una ventaja de 37 segundos sobre el australiano Cadel Evans (BMC), segundo clasificado, y 1 minuto y 52 sobre el polaco Rafal Majka (Tinkoff-Saxo), tercero. “Cada día puede pasar cualquier cosa. Tengo una buena diferencia, pero con Quintana, Pozzovivo, Majka y Evans... nunca se sabe. ¿Mi victoria en la crono? No estaban los grandes especialistas como Cancellara o Martin y el recorrido era muy particular”, dijo Urán, que es el primer colombiano que luce la camiseta de líder del Giro.
Ayer, seis corredores abrieron hueco al principio de la etapa, aunque no consiguieron una ventaja superior a 3 minutos y 40 segundos. Pese al granizo, el pelotón consiguió acercarse a un minuto y 45 segundos, a 22 kilómetros del final, pero adelante Canola se lanzó y consiguió recorrer los 15 últimos kilómetros junto a Tulik y Rodríguez.
El trío, que defendía una ventaja de 1 minuto y 25 segundos en los últimos 10 kilómetros, veía como esa ventaja se reducía inexorablemente. Canola fue el que mejor tomó la última curva, a 250 metros de la meta. El italiano encogió los hombros y se coló entre sus dos compañeros. A la salida, aceleró a fondo sin mirar atrás, lo que impidió que sus colegas de fuga le atraparan. Ese último esfuerzo le dio al veneciano de 25 años la mayor victoria de su corta carrera (es profesional desde 2012) y supone un éxito destacable para su equipo, el Bardiani, uno de las cuatro escuadras de segunda división invitadas a participar en este Giro.
Hoy, el Giro llega al santuario de Oropa, donde el mítico escalador italiano Marco Pantani, retrasado por un incidente mecánico al pie del puerto, consiguió una remontada memorable para ganar la edición de 1999.
El recorrido de 164 kilómetros sale de Aglie y los ciclistas deberán subir tres puertos antes de la ascensión final: 11,8 kilómetros con una durísima pendiente media del 6,2%.