El pedalista colombiano Nairo Quintana trató este sábado de sacarle más de dos minutos de ventaja al holandés Tom Dumoulin, su principal rival en la etapa final del domingo, para volver a vestirse de rosa, así como lo consiguió en 2014. (Vea el especial del Giro del Centenario)
Sin embargo, al concluir la etapa de este sábado, la penúltima, se le vio con incertidumbre, pues aunque logró sacarle 15 segundos más de ventaja al holandés, para el colombiano no es suficiente para llegar tranquilo a la última jornada de la edición centenario del Giro.
“La intención que teníamos para esta etapa, era haberle sacado más segundos a Tom Dumoulin. No ha sido lo que realmente queríamos, pero al menos algo le sacamos unos segundos”, aseguró el boyacense.
Pero cómo no estar angustiado, si en la contrarreloj de la etapa 10 el holandés le sacó un poco más de dos minutos. Y desde ese día, por medio de un estudio, se comprobó que en esta modalidad por cada kilómetro, Dumoulin le saca entre dos y tres segundos a Quintana.
“En la última etapa (la de este domingo) cada uno de los que pelean el título irá a tope a ver qué sale. Vincenzo Nibali y Thibaut Pinot son corredores que van bien al reloj, pero en condiciones normales no debería perder mucho tiempo con ellos”, añadió el colombiano.
Este sábado el colombiano no se sintió a gusto con la forma en la que trabajaron para sacarle tiempo a los seis rivales que tiene, practicamente, respirándole en la nuca y cree que por eso no le pudo sacar más ventaja a Dumoulin, como lo esperaban. Por eso, dijo que aunque han encontrado aliados, ha sido complicado tratar de convencerlos a todos para trabajar en pro de un objetivo, porque cada uno tiene sus propios intereses.
Quintana llega para la última etapa de la edición del centenario del Giro de Italia vestido de rosa y con la ilusión de repetir la hazaña histórica del 2014. “Voy a defender el liderato a muerte. Es mejor hacerlo en esta posición y no en otra”, concluyó.