Después de su contundente victoria de la semana pasada ante Bucaramanga, ayer Millonarios volvió a dejar muchas dudas sobre su nivel de juego. En un partido discreto, en el que no generó ni una sola posibilidad clara de anotar, empató 0-0 en su visita al Rionegro Águilas, por la cuarta fecha de la Liga Águila.
Y es que además de la falta de ideas en la mitad de la cancha y la escasa producción ofensiva, se sumó la irresponsable expulsión del argentino Maxi Núñez, poco antes del entretiempo, quien sin necesidad alguna agredió sin pelota a un rival.
Sin embargo, fue en la etapa complementaria, con un hombre menos en la cancha, cuando los azules tuvieron su mejor producción, más con ganas y actitud que con argumentos.
A la hora de ir al frente y buscar el arco rival aparecieron Jair Palacios, Elíser Quiñones y Déiver Machado, quienes no obstante no lograron generar verdadero peligro.
“Hemos perdido cinco puntos por las expulsiones. Estábamos bien hasta que echaron a Núñez, eso nos quitó agresividad en ataque. Tuvimos velocidad y buen toque por momentos. Se generó buen juego por las bandas, pero todavía nos falta por el centro. Las opciones de gol llegarán con más tiempo de juego. Vamos creciendo. Falta acomodarnos en este tipo de partidos. Nos cuesta tener ritmo fuera de casa”, aseguró el técnico embajador, Miguel Ángel Russo, quien espera que su equipo vuelva a mostrar contundencia en ataque el próximo miércoles, cuando reciba desde las 8:00 p.m. al Deportes Tolima, en el estadio El Campín.
Millonarios suma cuatro puntos en tres partidos, pues tiene pendiente el clásico ante Santa Fe. Rionegro, por su parte, completó el tercer empate en cuatro presentaciones.