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Edwin Cardona habla con goles

El volante antioqueño de 22 años marcó su primera tripleta con el Monterrey. En la cancha, y con fútbol, está demostrando lo que vale.

Redacción Deportiva
09 de marzo de 2015 - 02:23 p. m.
 AFP / Edwin Cardona, volante del Monterrey de México.
AFP / Edwin Cardona, volante del Monterrey de México.

Cuando los periodistas en México le preguntaban a Edwin Cardona si estaba bien físicamente, en su cara se notaba cierta incomodidad y su afirmación era en tono seco y eufórico. “No tengo respuesta para eso. Trabajo duro, estoy al máximo. Recorro 9 kilómetros por partido, lo que quiere decir que estoy bien físicamente y entrego el mejor esfuerzo”. El tema del sobrepeso lo ha acompañado toda su carrera, ha tenido que sufrir con eso, pero a la vez ha sabido superar los obstáculos que le ha implicado estar unos kilos por encima de lo que debería y su talento siempre ha salido a relucir.

Cuando hacía parte de la selección colombiana sub-20 y el técnico era Eduardo Lara, se quedó por fuera de varios microciclos porque se comprometía a bajar de peso y al volver a la concentración no había logrado el objetivo. En Nacional, Santa Fe y Júnior, sus equipos anteriores, también vivió episodios de ese tipo que lo llevaron muchas veces a ser relegado al banco de suplentes. Ahora en el Monterrey de México, en donde juega junto a los colombianos Stefan Medina, Dorlan Pabón, Alexánder Mejía y Jimmy Chará, además de ser criticado por su contextura física ha sido tildado de vago y le han inventado chismes según los cuales se ha peleado con compañeros del equipo. Cardona nunca habló, prefirió hacerlo en la cancha, con buen fútbol, con goles. Como lo ha hecho siempre.

A pesar de no ser un titular indiscutido y, supuestamente, no ser de los hombres de confianza del nuevo técnico del equipo, el argentino Antonio Mohamed, el fin de semana fue inicialista frente al Toluca y marcó tres goles. El equipo rayado perdía el partido 2-0, pero al 10 antioqueño se le encendió la lámpara y anotó una tripleta que lo llena de confianza y seguramente le servirá para ser tenido en cuenta con mayor regularidad. “Lo único que hago es trabajar. El técnico es la cabeza visible de este grupo, el que manda y toma las decisiones”, destacó Cardona, quien asegura que “gracias a Dios se están logrando los objetivos para beneficio del grupo. Lo importante es que hemos retomado esa confianza de volver a ganar. No triunfo solo, ni porque meto los goles ni porque hago buena actuación. Se ha visto la unión en todos estos partidos en los que hemos obtenido la victoria”.

Victorioso en sus luchas

Para llegar a donde está, Edwin ha tenido que pedalear bastante. Luchar contra las falencias económicas, las enfermedades de sus seres queridos, las lesiones y los golpes típicos de una carrera como la de los futbolistas. En el barrio Belén Buenavista, de Medellín, vivía hacinado con sus tres hermanos menores y sus padres en una habitación precaria. Dormía en un colchón en el piso. Su papá, Andrés Giovanni, tenía que trabajar como albañil, lavando carros, barriendo calles, conduciendo un taxi y oficiando como almacenista de una empresa de ingenieros. Trabajaba por contratos de seis meses y era el único que aportaba económicamente para el hogar. Por su parte, Edwin, el primogénito, se escapaba de la casa para la cancha del barrio a recoger los balones de los partidos que allí se disputaban, con el único pretexto de patear una pelota en el entretiempo. Aunque no comía, entrenaba puntualmente con el equipo Belén Buenavista, con el que participaba en torneos infantiles, y sus padres lo llevaban en bicicleta porque no había plata para buses. Su talento, como ha sido siempre, le daba la mano, y por eso tras destacarse con otra escuela, Atlético Nacional lo fichó por 13 años y le dio una casa para poder vivir de una manera más cómoda junto a los suyos. En ese momento su madre contrajo un cáncer de ovarios que la dejó por mucho tiempo en cama después de la recuperación. Edwin era el más pendiente de ella. “Saldré adelante y todos dejaremos de sufrir”, decía.

Con esfuerzo terminaría cumpliéndoles a sus familiares. Ahora en México espera seguir pasando por un buen momento para no perder su cupo en la selección de Colombia, que se prepara para la Copa América de Chile de mediados de este año.

Por Redacción Deportiva

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