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El rey completó la corona

El número uno del mundo venció en la final al serbio Novak Djokovic en cuatro sets y se unió a la lista de honor de seis tenistas más que han logrado ganar los cuatro grandes en  la historia.

El Espectador
13 de septiembre de 2010 - 10:44 p. m.

Al tenista español Rafael Nadal sólo le faltaba ponerle una joya a la corona. Y anoche lo hizo de manera espléndida, tras vencer en cuatro sets (6-4, 5-7, 6-4 y 6-2) al serbio Novak Djokovic en la gran final y conquistar así el título del Abierto de Estados Unidos, el único título de Grand Slam que le faltaba en sus nueve temporadas como profesional.

Al tenista español Rafael Nadal sólo le faltaba ponerle una joya a la corona. Y anoche lo hizo de manera espléndida, tras vencer en cuatro sets (6-4, 5-7, 6-4 y 6-2) al serbio Novak Djokovic en la gran final y conquistar así el título del Abierto de Estados Unidos, el único título de Grand Slam que le faltaba en sus nueve temporadas como profesional.

A sus 24 años, el número uno del mundo y ahora ganador de nueve títulos de los grandes (Australia 2009, Roland Garros 2005, 2006, 2007, 2008 y 2010, y Wimbledon 2008 y 2010) se unió a la laureada lista de seis tenistas que vencieron en los cuatro Grand Slam: los estadounidenses Don Budge y Andre Agassi, los australianos Rod Laver y Roy Emerson, el inglés Fred Perry y el suizo Roger Federer.

Nadal, además, se convirtió anoche en el segundo tenista en toda la historia en ganar los cuatro grandes y sumarle a ello la medalla de oro olímpica (Pekín 2008), récord que hasta anoche sólo ostentaba Andre Agassi en los Juegos de Atlanta 1996. También se erigió como el cuarto español en ganar el US Open, tras las victorias de Manuel Santana, Manuel Orantes y Arantxa Sánchez Vicario.

Pero hay más para Nadal. Es el tercer jugador más joven de la historia en conseguir completar el Grand Slam, por detrás de Don Brudge, que lo logró con 22 años y 357 días; y de Rod Laver, con 24 años y 32 días, un total de 69 días más joven que el español.

Y por todos estos pergaminos fue que ‘Rafa’ anoche no paró de celebrar en la pista del Arthur Ashe, donde estuvo acompañado por su entrenador, el tío Toni Nadal, su padres Ana María y Sebastián, su hermana menor María Isabel y su novia María Francisca Perello.

Una vez finalizó el partido, Nadal se tiró al piso y luego recibió el abrazo de Djokovic. El nuevo campeón se arrodillo y con sus brazos hacia el cielo dio las gracias por la hazaña que acababa de lograr.

Sin embargo, no fue nada fácil para el tenista español, que tuvo en Djokovic un durísimo contrincante junto al cual ofreció una gran final —a pesar de las casi dos horas de suspensión a causa de la lluvia—, en la que Nadal acabó imponiéndose, tras 3 horas y 43 minutos de encarnizada batalla.

Con la copa en mano, Nadal no dudó —como se ha vuelto costumbre— en morder una de sus orejas; ya antes había guardado en su bolsillo un cheque por US$1 millón 700 mil. “La verdad es que esto va mucho más allá de lo que soñé”, dijo el español, con una espléndida sonrisa. Dokovic, a su turno, felicitó a Nadal: “eres el mejor del mundo y por eso te mereces este título”.

Con este triunfo, el tenista de Manacor firmó un año de ensueño en el que además de recuperar la corona mundial como número uno, consiguió de manera consecutiva Roland Garros, Wimbledon y el Abierto de Estados Unidos, y se ha convertido en el jugador de la historia que más Masters 1000 ha conquistado.

Si Nadal es capaz de ganar en 2011 el Abierto de Australia, encadenaría los cuatro grandes torneos, algo que nadie ha conseguido desde 1969, cuando lo logró Rod Laver.

Rafael Nadal Parera completó su corona y el mundo del tenis está ante sus pies.

Por El Espectador

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