Las pruebas de obstáculos tuvieron su origen en el siglo XIX en Irlanda, en donde el italiano Federico Caprilli fue el encargado de desarrollar las técnicas que se practican en la actualidad.
En doma, sus orígenes se remontan a épocas muy antiguas en las que los caballos eran preparados para la guerra.
Por su parte, los primeros concursos en la modalidad "el completo" se dieron en Europa de 1902, en donde se buscó emular los equinos de las caballerías militares que recorrían largos y difíciles caminos, llenos de obstáculos.
Aunque la equitación estuvo incluida en el programa olímpico del año 1900, hasta 1912 pudo retornar a la competencia, para posicionarse como disciplina en los años venideros.
A partir de 1952, se permitió que las mujeres participaran de los juegos en este deporte.