Choque de trenes en la dirigencia del fútbol colombiano

Una carta del presidente de la Dimayor dirigida a la Conmebol, exigiendo explicaciones por el supuesto pago de coimas al presidente de Difútbol, evidenció la división que hay en el Comité Ejecutivo de la Federación Colombiana de Fútbol.

Redacción deportes
08 de mayo de 2018 - 04:30 a. m.
Jorge Perdomo (Dimayor) tiene serias diferencias con Álvaro González Alzate (Difútbol). / Cristian Garavito / Mauricio Alvarado
Jorge Perdomo (Dimayor) tiene serias diferencias con Álvaro González Alzate (Difútbol). / Cristian Garavito / Mauricio Alvarado

Hace rato que existen discrepancias entre los presidentes de las dos ramas del fútbol colombiano, la profesional (Dimayor) y la aficionada (Difútbol). Pero con el envío de una carta de Jorge Perdomo a la Conmebol, para pedir que se aclare el pago de supuestas coimas a Álvaro González Alzate, quedó en evidencia que la pelea dirigencial es de marca mayor.

Según González Alzate, todo comenzó a mediados del año pasado, cuando él, como máximo dirigente del balompié aficionado, denunció que los clubes profesionales estaban contratando a jugadoras para la primera Liga Femenina sin pagarles sus derechos de formación a los equipos que las convirtieron en futbolistas.

Hoy González sostiene que además Perdomo, presidente de la Dimayor, firmó un contrato con Bavaria para realizar el tradicional torneo del Pony Fútbol, que hasta ahora era manejado por la rama aficionada. Y que, para completar, concretó un convenio para llevar a jugadores jóvenes al Bayern Múnich y otros clubes de Alemania, función que no es del resorte de la rama profesional.

“El señor Perdomo está violando los estatutos de la Federación Colombiana de Fútbol. Eso es intromisión indebida en los asuntos del balompié aficionado, y como lo he denunciado, entonces manda esas cartas como retaliación”, agrega González Alzate respecto a la solicitud de explicaciones a la Conmebol por el supuesto pago de coimas al presidente de la Difútbol, entre US$50.000 y US$150.000.

Desde la orilla contraria, con tono de denuncia, Perdomo le explicó a El Espectador que “el señor Álvaro González aparece en el listado de pagos que hace la Conmebol, donde igualmente está Luis Bedoya, hoy rindiendo cuentas ante la justicia americana, y Marco Polo Del Nero, expresidente de la Confederación Brasileña de Fútbol y hoy sancionado de por vida por la FIFA”. 

Y añade: “El señor González es el segundo vicepresidente de Colfútbol, como tal es un directivo con asiento en el Congreso de la Conmebol y tiene una función connatural de control de la administración. Cuando fue indagado respondió que esos dineros recibidos tenían sustento en un contrato de prestación de servicios y los pagos eran la remuneración por honorarios. Pero en su condición de directivo no podía tener ninguna relación contractual con la Conmebol. Además, no se han mostrado los contratos ni los informes de gestión que justifiquen esos pagos, y eso es menester en el mundo corporativo”.

Las irregularidades planteadas por Jorge Perdomo se conocieron gracias a un informe de la firma Ernest & Young, aunque el presidente de la Dimayor recalca: “El primer vicepresidente de la Conmebol no lo denunció y cuando le pregunté a Álvaro González tampoco dio una respuesta convincente. Conforme a los códigos de ética de la Conmebol y de la FIFA, estoy en la obligación de denunciar”.

No hay objetivo distinto que erradicar la corrupción. El Fifagate fue un evento doloroso para el fútbol, pero necesario para limpiarlo, para hacer catarsis, para que lo que pasó nunca vuelva a suceder”, insiste Perdomo, quien ocupa la presidencia del organismo rector del fútbol colombiano desde noviembre de 2015, cuando la renuncia de Luis Bedoya, justamente a raíz de verse implicado en el escándalo del Fifagate, le abrió el camino al entonces mandamás de la Dimayor, Ramón Jesurún, para hacerse cargo de la Federación Colombiana de Fútbol.

En diálogo con El Espectador, así replicó Álvaro González Alzate los comentarios de Jorge Perdomo: “Él puede pedir las investigaciones que quiera, además tiene el derecho. Las comisiones que están a cargo emitirán  su fallo. Estoy completamente tranquilo. Los contratos están en la Conmebol, me los habían suspendido durante un año, pero ya fueron renovados”. 

¿Golpe de estado?


La situación es delicada. Tanto que los dos dirigentes llevan ya un par de semanas sin hablarse e incluso Perdomo, en carta al presidente de la Colfútbol, advierte: “Hasta tanto no produzcan los resultados que ameritan la gravedad de los hechos allí consignados, el suscrito presidente de la Dimayor no compartirá espacios con el señor Álvaro González Alzate”. Y comenta  en tono de denuncia: “El fútbol reclama ser administrado con transparencia y honestidad”.


Todo indica que hoy se reunirán en Bogotá los delegados de un buen número de clubes profesionales para estudiar los hechos, pero según conoció El Espectador, algunos quieren aprovechar para exigirle a Jorge Perdomo la renuncia. En los círculos de la dirigencia del fútbol hay quienes están incómodos por las decisiones que quiere imponer el presidente de la Dimayor para que la transparencia sea la regla de oro en el fútbol nacional.


A la pregunta de si está dispuesto a dar un paso al costado, Jorge Perdomo contesta: “No lo sé. No negocio mis principios. Ahora se dice que he perdido el respaldo. ¿Por qué? ¿Por denunciar la corrupción?”. A su vez, González Alzate riposta: “Ese es un tema interno de la Dimayor, que lo resuelven ellos. Tengo es que defender los derechos del fútbol aficionado y no voy a permitir que violen nuestros derechos como lo ha hecho Perdomo, sin autorización ni nada. El agresor es él, nosotros somos los agredidos”.


En febrero la Dimayor escogió al presidente de Independiente Santa Fe, César Pastrana; al máximo dirigente del Once Caldas, Jaime Pineda, y a Ramón Jesurún como sus delegados al Comité Ejecutivo de la Federación, al lado de Perdomo, con derecho por ser presidente de la rama profesional. La aficionada, al mando de Álvaro González desde hace 30 años, ratificó a Elkin Arce, de Chocó, y a Claudio Cogollo, de Norte de Santander.


Ellos siete son los encargados de dirigir el destino del balompié nacional, que a 37 días del Mundial se preocupa más por las mutuas acusaciones de sus directivos, que por los 23 jugadores que nos representarán en Rusia.

 

Por Redacción deportes

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar