La metamorfosis de Miguel Ángel Borja

El delantero cordobés pasó duros episodios en su vida personal y futbolística, pero ha sido persistente y ahora disfruta su mejor momento.

Redacción deportiva - @DeportesEE
29 de marzo de 2017 - 11:26 p. m.
Miguel Ángel Borja jugó ante Ecuador por primera vez 90 minutos en la eliminatoria a Rusia 2018. / AFP
Miguel Ángel Borja jugó ante Ecuador por primera vez 90 minutos en la eliminatoria a Rusia 2018. / AFP

El primer sorprendido con todo lo que ha vivido en el último año es el mismo Miguel Ángel Borja. De no tener equipo para jugar a comienzos de 2016, ahora es el Rey de América (reconocimiento que otorga el diario El País de Uruguay), uno de los mejores delanteros de Colombia, lo adoran en el Palmeiras de Brasil, club al que llegó hace dos meses, y en el juego ante Ecuador se ganó su lugar en la selección colombiana. Fue una de las grandes figuras del triunfo 2-0 en Quito, que deja a la tricolor con un panorama claro de cara a la clasificación al Mundial de Rusia 2018.

Justo después de celebrar el título de la Copa Sudamericana con Independiente Santa Fe, en diciembre de 2015, Borja fue avisado por su empresario de las opciones que había de ir a jugar al fútbol del exterior o de pasar a Atlético Nacional. Así que tras descansar unos días en familia, en su natal Tierralta, Córdoba, empacó maletas y quedó a la espera de que le dijeran a dónde debía viajar. No obstante, nada se dio y cuando pensó en regresar a Santa Fe, fue muy tarde, pues el equipo cardenal ya se encontraba en pretemporada en Estados Unidos, en la Florida Cup, y el delantero ni siquiera había tocado un balón en el nuevo año. (Los 10 mejores goles de Colombia en la era Pékerman)

Así que Nacho Martan le abrió las puertas del Cortuluá. Le dijo que haría muchos goles jugando junto a un 10 como Máyer Candelo y tras no tener otra opción, Miguel Ángel aceptó. Y justo en el mismo equipo que lo catapultó al fútbol europeo, cuando tan solo tenía 17 años, se vio su mejor versión. En 25 partidos marcó 22 goles, se consolidó como el goleador de la Liga Águila del primer semestre de 2016 y eso le abrió las puertas de la selección olímpica. Además, fue contratado por Atlético Nacional, club con el que disputó las fases finales de la Copa Libertadores, marcó goles determinantes y fue campeón.

Con apenas 23 años, Miguel Ángel se ganó un lugar en la selección colombiana de mayores y fue convocado por el técnico José Pékerman  por primera vez en noviembre de 2016, para los juegos ante Chile y Argentina. De hecho, en su primera convocatoria debutó como titular. Y aunque no pudo marcar esa tarde, en el estadio Metropolitano, ante Chile, dejó una buena imagen. (Vea también: La 'mano de Dios' y otras jugadas memorables que escaparon al video)

Y gracias a su regularidad, a que no bajó su nivel y siguió haciendo goles por doquier, el Palmeiras de Brasil lo fichó a comienzos de este año. Llegó como toda una estrella, como no lo había hecho a ninguno de los equipos en los que había estado. “No soy yo, es la gracia de Dios en mí”, asegura el delantero, quien sigue manteniendo la humildad a pesar del reconocimiento que ha ganado en el último año.

A la selección llegó para quedarse. Ante Ecuador cumplió una destacada función ofensiva y lo único que le faltó para redondear su actuación fue marcar gol. Pero eso ya llegará, para él lo importante es seguir manteniendo su nivel en el club, para que José Pékerman le siga dando la confianza. "Me siento muy contento porque le aporté al equipo. Quería anotar, no se pudo, pero como hincha de la selección me siento muy feliz por haber sumado seis de seis y dar un paso tan grande hacia el Mundial”, destacó Miguel Ángel, quien espera seguir con esta metamorfosis en su juego y en su vida. (El partido de fútbol, ¿un ritual?)

Por Redacción deportiva - @DeportesEE

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