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La lucha por no descender, es la batalla que se da entre tres o cuatro equipos a lo largo de un año en Colombia. Entran preavisados. Saben que su meta de la temporada será mantener la categoría. Unos se arman para luchar de la mejor manera y a otros les toca reforzarse con jugadores de largo recorrido y poco renombre para intentar mantenerse a flote. Este último puede ser el caso de Tigres y Jaguares, pero sin duda ambos están entregándose al máximo para quedarse en primera división.
Cuando los dos se enfrentan salen chispas. Es un clásico, tal vez no tan rimbombante como un Millonarios vs Nacional o un América vs Deportivo Cali, pero sí de esa manera singular como la viven los jugadores. Los 22 hombres en el terreno de juego salen en busca de dar todo para que su equipo logre tres puntos, que al final pueden significar la diferencia entre mantenerse en la A o bajar a la B.
A lo largo del año Jaguares y Tigres tendrán que verse en cuatro oportunidades. La primera batalla la ganó Jaguares 2-1 (fue en la fecha 10 del campeonato); la segunda se jugó este viernes y fue para Tigres 2-1. La serie va igualada. Tigres, que se instaló en Bogotá, saca las garras para aferrarse con lo que puede en primera, pero hasta ahora no le alcanza. Se ubica último en zona de descenso con 94 puntos. Jaguares de Córdoba intenta lo mismo, está antepenúltimo en esa tabla maldita con 99 unidades. A ambos los separan cinco puntos, pero en la mitad está el América, que con un partido más, tiene al equipo cordobés bajo presión.
En el encuentro de estos dos equipos, que se disputó en el estadio de Techo de Bogotá, el cuadro capitalino ganó y tomó un respiro. Intentó jugar bien y por intermedio Jamillacson Palacios y Wilson Carpintero hacerle daño a Jaguares. El zarpazo llegó rápido. A los 11 minutos de iniciado el compromiso centro de Palacios a Carpintero, quien de primera metió el balón dentro de la portería del equipo costeño.
El 1-0 obligó a Jaguares a abrirse. Salir en busca de un gol que igualara el encuentro. Tomaron el control del partido en la segunda mitad. Fueron los que más propusieron. El premio lo encontraron al minuto 63. Cobro de tiro libre de Cristian Restrepo. Derechazo fuerte, que el arquero César Giraldo no logró detener. Jaguares celebró con todo el entusiasmo que se le puede imprimir. Celebraron con emoción. Parecía un empate dorado y soñado, en una plaza complicada como lo es Bogotá, sobre todo para los equipos costeños.
Pero un penal de Juan Pablo Zuluaga sobre Wilson Mena al minuto 88 les cambió la cara a los jugadores de Jaguares. Fue un baldado de agua fría sobre las ambiciones del equipo que dirige Huberth Boderth. Jorge Lozano, casi sin impulso, remató cruzado a mano izquierda del guardameta Wilder Mosquera y gol. Un tanto para soñar, para no desprenderse y perder de vista el objetivo de mantenerse en primera división.