El baile: la forma en que Yerry Mina expresa sus emociones

El colombiano sorprendió a propios y extraños con su celebración tras anotar el tercer cobro desde el punto penal para el Barcelona en la final de la Copa de Catalunya.

Redacción deportes
07 de marzo de 2018 - 11:03 p. m.
Yerry Mina celebra su gol tras un cobro desde el punto penal.  / Barcelona FC
Yerry Mina celebra su gol tras un cobro desde el punto penal. / Barcelona FC

Los jugadores de Colombia parecen permanecer en un estado de fiesta. Bailan champeta, salsa choque, reguetón. Por pura intuición, interpretan con sus cuerpos la emoción que los invade. Este miércoles Yerry Mina lo demostró en el estadio Camp d'Esports de Lleida. Se dejó llevar por los aires del Pacífico, porque él es de Guachené (Cauca) y como la mayoría de los habitantes de ese sector ama bailar, allá el swing es requisito. Y lo demostró en el estadio en el que se disputó la final de la Copa de Catalunya. Bailó para celebrar un cobro desde el punto penal.  

“En este juego debemos dejar expresar a los jugadores. Los chicos que juegan son muy jóvenes, incluso los futbolistas más veteranos son jóvenes. Dejemos que se expresen como quieren”, fue la respuesta del entrenador del Espanyol Quique Sánchez Flores sobre la corta danza de Yerry Mina sobre el punto penal tras marcar en la definición tercer cobro del equipo catalán, que ganó 4-2. El defensor bailó como hace mucho no lo hacía dentro de los terrenos de juego, se dejó llevar del momento y dio un abrebocas del ritmo que recorre su cuerpo de arriba abajo.

La tesis también propone que los entrenadores de este deporte deberían incluir clases de baile para desarrollar más motricidad en sus alumnos. Sólo que las personas del Pacífico son expertos desde niños y se les nota, no sólo en las celebraciones sino también cuando tocan el balón. Es que muchos de ellos tuvieron contacto por primera vez con el baile cuando ni siquiera tenían conciencia. Simplemente, la mayoría ya lleva el baile en la sangre o lo adquiere por sus contextos. Por eso, si le llegaran a preguntar por qué es tan musical, sólo podrá decir que nació en medio de fiestas.

Así que el baile de Yerry Mina, en este tipo de partidos, aunque sorprendió a todos. Quique Sánchez, acabó con cualquier posible polémica con una respuesta muy elegante. El derbi ya es historia y el entrenador prefiere quedarse con las conclusiones más positivas de la actuación de su equipo mientras Mina sigue expresando con su cuerpo los ritmos del Pacífico colombiano.

Barcelona se quedó con el título

El Barcelona se proclamó campeón de la Supercopa de Cataluña. Venció 4-2 al Espanyol en la definición desde el punto penal, después de que el encuentro finalizara sin goles. Los azulgranas salieron con más decisión. Alcácer avisó a la zaga blanquiazul en el primer minuto de partido aprovechando un error defensivo. El Barcelona empezó fuerte, aunque a partir del cuarto de hora, el Espanyol equilibró la balanza. A los 23 minutos, fue Roca el que examinaba la muralla azulgrana.

Los de Quique Sánchez Flores se fueron instalando en el partido poco a poco, hasta tener una presencia notable en el campo rival. Los blanquiazules tuvieron una doble ocasión en el 36: Pedrosa, recién entrado al campo por Dídac, hizo aparecer a Cillessen. Piatti cogió el rechace, pero su disparo fue muy desviado. La primera parte, de todos modos, no presentó excesivas ocasiones claras y acabó con empate a cero al descanso. Pese a todo, ambos conjuntos tuvieron que lamentar lesiones: el blanquiazul Dídac Vilà y el azulgrana Denis Suárez, con problemas en el aductor izquierdo se vieron obligados a retirarse del terreno de juego.

En la reanudación, el Espanyol mantenía las revoluciones. Jurado y Piatti seguían muy activos en el área de Cillessen, aunque sin acierto. Quique Sánchez Flores dio entrada a Puado, delantero del filial, por el argentino: quería más pólvora arriba. En el cuadro azulgrana, la intensidad había descendido. Valverde intentó reactivar a los suyos con un triple cambio: entraron Hongla, David Costas y Carles Pérez y salieron Dembélé, que ofreció una versión gris, Cuenca y André Gomes. El Barcelona apenas tenía presencia en los dominios de Pau López.

La salida de Puado tuvo un efecto casi inmediato: el delantero se escapaba solo y cayó al área tras un forcejeo con Costas. El banquillo blanquiazul pidió penalti. Álex López, también del filial, probó los guantes de Cillessen. El Espanyol llevaba la iniciativa en el Camp d'Esports. El Barcelona remató por primera vez entre los tres palos, en la segunda parte, de la mano de Aleix Vidal en el 75. Poco después, tras otro triple cambio del 'Txingurri', Alcácer remataba de cabeza una falta: a las manos de Pau López. Eran minutos dulces para los azulgrana, que notaban el mayor refresco físico en sus equipos.

Sin embargo, la falta de acierto desembocó en una tanda de penaltis. El Barcelona no falló desde los once metros, mientras que el Espanyol erró dos lanzamientos. Ahí acabó todo.

Por Redacción deportes

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