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La canarinha lleva seis triunfos consecutivos bajo la dirección técnica de Tite, quien reemplaza a Dunga desde agosto del año pasado. Superó en la eliminatoria a Ecuador, Colombia, Bolivia, Venezuela, Argentina y Perú, con un saldo de 17 goles a favor y apenas uno en contra.
Lidera la tabla de posiciones con 27 puntos, cuatro más que su rival de este jueves, y tiene siete de ventaja sobre Ecuador y Chile, tercero y cuarto respectivamente.
Aunque no es un equipo que se parezca siquiera a los históricos campeones mundiales de 1958, 1962, 1970, 1994 y 2002, o al inolvidable scratch de España 1982 y México 1986, la actual versión de Brasil parece haber hecho olvidar a la triste e insípida selección de 2014 y 2015, cuando sufrió sus más dolorosas derrotas y mostró muy mal nivel de juego.
Liderada por Neymar, su gran estrella, en 2016 la verdeamarilla conquistó por fin la medalla de oro en unos Juegos Olímpicos y recuperó el prestigio y la grandeza que había perdido.
Tras esta doble jornada, contra Uruguay y Paraguay, podría comenzar a preparar su participación en el Mundial y organizar toda la logística para su viaje a Rusia.
El más reciente enfrentamiento entre charrúas y canarinhos terminó 2-2, en Recife, en la primera vuelta de la eliminatoria, cuando Brasil todavía dejaba muchas dudas en su accionar.
Partidazo en el Monumental
En el otro clásico de la fecha, Argentina recibirá a Chile, un enfrentamiento que le conviene a Colombia porque ambos son sus rivales directos y se quitarán puntos.
Para el juego en el estadio Monumental, el técnico de la albiceleste, Edgardo Bauza, contará con todas sus figuras, lideradas por Lionel Messi.
Otro juego de mucho interés para el equipo de José Pékerman será el que Paraguay y Ecuador disputen en Asunción, en teoría equipos con los que Colombia estaría peleando un cupo, bien sea directo o por repechaje.
En caso de haber ganador, a la tricolor le convendría que fuera el seleccionado guaraní, que está debajo en la tabla. Un triunfo ecuatoriano obligaría a James y compañía a ir a Quito a ganar sí o sí el próximo martes.
El otro juego de la fecha es Venezuela-Perú. Una victoria metería al seleccionado peruano al menos en la pelea por el repechaje, pero los patriotas, ya sin opciones matemáticas y con la mira puesta en Catar 2022, de ahora en adelante le apostarán a hacerles el daño a algunos equipos que aún sueñan con ir a Rusia.