Victor Valdés y el valor de volverse invisible

El mejor portero en la historia del FC Barcelona eliminó su cuenta de Twitter y borró todas las fotos de su Instagram. Las palabras que dijo en 2015 resonaron con fuerza: "Espero que cuando se apague la luz, sea difícil encontrarme".

Thomas Blanco
15 de enero de 2019 - 08:35 p. m.
EFE
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Se fue sin decir adiós, sin partidos de despedida, sin nada de parafernalia. Aunque su silencio hizo bulla. Hace un año, cuando tenía 35 de vida, Víctor Valdés confirmó su retiro. Lo hizo eliminando su cuenta de Twitter (4,2 millones de seguidores) y borrando todas las fotos de su Instagram (1,2 de seguidores). Desapareció por completo y las palabras que dijo en 2015 resonaron otra vez. "Espero que cuando se apague la luz, sea difícil encontrarme". El portero sigue con su promesa de ser invisible. 

Empezó una nueva vida, una que sólo tiene una intención en particular: que sea normal. Común y corriente. Contar monedas, común y corriente. Coger el autobús, común y corriente. Caminar por la calle,común y corriente. Lo que sí no podra negar, aunque vaya en contravía de sus ideales, es que no será un exfutbolista común y corriente. 

Periodista en 2015: "¿Qué resultado de tu carrera cambiarías?"

Valdés: "No cambiaría un resultado, cambiaría una maldita jugada. La del día que me lesioné. Yo aquel día era el capitán del Barcelona. Empezó así: el árbitro pitó penal, yo salgo y le digo al línea '¡ey, revisen porque fue afuera!'. Corrigen, lo señalan como libre directo. Ahí cambió mi vida, porque en esa falta yo atajé el balón y me lesioné. Y si no hubiera sido penal, yo no me habría lesionado. Te cambio haber sido el capitán, porque sin el brazalete, no hubiera dicho nada...

Y te das cuenta cómo el mundo del fútbol te hace sentir como un lisiado. La lesión de rodilla me hizo volver a sentirme lo que es la vida no siendo futbolista. Me fui a recuperar a Alemania. Yo vivía en un hotel, tenía que coger un tranvía para ir a la clínica. Y gracias a la actitud de la gente en Augsburgo, yo pasaba desapercibido en la calle, en todo lado. Y doy gracias a Dios que al final del día volvías a tocar monedas. Después de muchos años empezabas a valorar lo que valía un simple tiquete de tranvía. A pagarte un café. Cosas que no estabas acostumbrado: los futbolistas vivimos un mundo irreal. No lo dan todo hecho, sencillo, te alaban. Te sientes cómodo en cualquier sitio. A mí la lesión me hizo volver al mundo real. El fútbol te aparta, te has lesionado la rodilla y en la cara te dice: 'fuera, tú ya no vales'", fueron las irrefutables palabras del guardameta español. 

Internacional en 20 ocasiones, Valdés formó parte de la selección que ganó el Mundial 2010 y la Eurocopa 2012, aunque siempre como suplente de Iker Casillas.

Fue con el Barcelona con el que consiguió sus mayores éxitos, incluidastres Champions (2006, 2009 y 2011), seis Ligas (2005, 2006, 2009, 2010, 2011 y 2013), dos Copas del Rey (2009 y 2012) y dos Mundiales de Clubes (2009 y 2011).

Una persona atípica, nada común y corriente. A vivir una vida común y corriente. A perderse en la normalidad, sin dejar rastro. 

Por Thomas Blanco

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